El problema de Mercedes en España con una de sus tecnologías más top

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Sigue sin poder utilizarse
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A pesar de estar ya disponible en Europa
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Este Mercedes no sólo será eléctrico: los alemanes rectifican
El sector del automóvil avanza a un ritmo imparable, especialmente en lo que respecta a la conducción autónoma. Sin embargo, la burocracia y la falta de regulación en algunos países están frenando su implantación. Un claro ejemplo de esta situación es España, donde una de las tecnologías más innovadoras de Mercedes-Benz sigue sin poder utilizarse a pesar de estar ya disponible en otros mercados europeos.
Hablamos del sistema "Drive Pilot", una función de nivel 3 de autonomía que permite a los conductores liberar el volante en determinadas circunstancias. Para ello, el vehículo se apoya en una red de sensores LiDAR, cámaras y radares que le permiten controlar el entorno con una precisión milimétrica. Aunque esta tecnología ya está aprobada en países como Alemania y Estados Unidos, en España sigue sin poder utilizarse por la falta de una regulación específica.

España va con retraso en la legislación sobre la conducción autónoma
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha manifestado en varias ocasiones su intención de convertir a España en un referente en la conducción autónoma. Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario. Mientras en otros países los fabricantes han recibido permisos para probar y desplegar estos sistemas, en España todavía no se han definido los procedimientos para homologarlos y ponerlos en marcha.
El retraso en la legislación ya ha supuesto problemas en el pasado. Hace casi una década, el grupo PSA solicitó permiso para realizar pruebas de vehículos autónomos en España, pero la negativa de las autoridades obligó a trasladarlas a Portugal. Ahora, una situación similar afecta a Mercedes, que ve cómo su avanzada tecnología está bloqueada en el país.
El Drive Pilot no funciona en España
A pesar de que desde el 1 de marzo la conducción autónoma de nivel 3 es legal en España, su implementación requiere una certificación específica para cada modelo. Esto implica que los coches equipados con ‘Drive Pilot’ deben demostrar su capacidad para reconocer señales, marcas viales y normativas locales antes de que su sistema pueda activarse.
Hasta que la homologación no se complete, los propietarios de estos vehículos seguirán sin poder usar la tecnología que han pagado. Además, un sistema de geolocalización impide que el asistente de conducción funcione en zonas donde no está permitido, por lo que, aunque el coche tenga la capacidad de conducirse solo, en España seguirá inactivo.