El problema del nuevo Toyota Corolla Cross del que nadie quiere hablar

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El Toyota Corolla Cross se sitúa entre el C-HR y el RAV4
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Sus matriculaciones no están respondiendo a las expectativas de un C-SUV de Toyota
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La versión más inesperada del Toyota Corolla tiene un aire ochentero
El Toyota Corolla Cross llegó al mercado como una opción intermedia dentro de la gama SUV de la marca japonesa, posicionándose entre el C-HR y el RAV4. A pesar de la buena reputación del nombre “Corolla”, este modelo no ha logrado conectar con el público como se esperaba, y se ha convertido en uno de los vehículos menos vendidos de Toyota en Europa.
Con unas dimensiones de 4.460 mm de largo, 1.620 mm de alto y 1.825 mm de ancho, el Corolla Cross promete una buena habitabilidad, pero su maletero de solo 390 litros se queda corto frente a competidores del segmento C-SUV. En un coche de vocación familiar, esta limitación puede ser decisiva.

Dos versiones mecánicas para el Toyota Corolla Cross y dos acabados
La mecánica híbrida combina un motor de gasolina 1.8 litros con uno eléctrico, alcanzando una potencia de 140 CV y 185 Nm de par, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10 segundos. Aunque obtiene la etiqueta ECO, sus prestaciones no destacan frente a rivales con mayor agilidad y eficiencia.
Esta versión se puede asociar al acabado Style. Incluye elementos como ocho airbags, acceso y arranque sin llave, asistente de voz, cámara trasera y cargador inalámbrico. Y su precio es de 36.849,90 euros financiados o 38.000 euros al contado.

¿Dónde está el problema?
La versión superior, equipada con un motor 2.0 HEV, mejora el rendimiento hasta los 196 CV y acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos, pero su precio supera los 43.000 euros al contado, acercándose peligrosamente a opciones de marcas premium que ofrecen mayor refinamiento y prestigio. En este caso, cuenta con el acabado Style Plus. Viene más completo que el anterior. Y arranca en 43.300 euros al contado o 42.150€ financiados.
Llegados a este punto, es una opción muy recomendable en su segmento. ¿A qué se debe su bajo éxito entonces? Por un lado, no hay muchas opciones de configuración. Por otro, sus precios. Y es que por el mismo dinero, muchos compradores prefieren explorar opciones más premium como BMW, Audi o Mercedes, que ofrecen una experiencia más lujosa, más opciones de configuración y un mayor valor de reventa.