El nuevo modelo de Ford es, para muchos, el menos bonito de la marca

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Ford recupera la denominación Capri en un envoltorio inesperado: un SUV coupé eléctrico de cinco puertas que muchos consideran el menos agraciado de la gama. La carrocería se estira hasta 4,63 m y adopta volúmenes robustos, faros LED dobles y una zaga alta coronada por un alerón partido, elementos que han generado división de opiniones.
El precio de acceso queda fijado en 33 300 € con financiación y Plan MOVES III, una cifra sensiblemente inferior a los 46 161 € de tarifa. La maniobra comercial acerca el modelo a un público más amplio sin renunciar a una dotación tecnológica alta ni a una autonomía competitiva.
No es ningún secreto que Ford ha gestado este Capri sobre la plataforma MEB compartida con el Explorer EV. Pese al diseño polémico, el formato familiar no se sacrifica: el maletero alcanza 627 l y la segunda fila disfruta de suelo plano gracias a la ausencia de túnel central.

El frontal sin parrilla, los voladizos contenidos y la superficie metálica casi lisa confieren un aire vanguardista que se aleja del perfil clásico del histórico coupé, subrayando la apuesta de la marca por una nueva etapa eléctrica.
Gama eléctrica y oferta agresiva de Ford
La versión de acceso recurre a un motor trasero de 170 CV asociado a una batería útil de 52 kWh que permite recorrer 393 km WLTP. Por encima se sitúa el escalón de 286 CV con 77 kWh, capaz de alcanzar 627 km, mientras la variante tope entrega 340 CV, añade tracción total y anuncia 0-100 km/h en 5,3 s. Todas admiten carga rápida hasta el 80 % en unos 30 min.
El habitáculo apuesta por la digitalización: pantalla vertical de 15″ desplazable en profundidad, cuadro de 5″ para la información crítica y una consola flotante con compartimentos ocultos que liberan 17 l adicionales. Los asientos delanteros calefactables, el climatizador bizona y el equipo de sonido envolvente figuran ya en la dotación inicial.
Lo destacable en este caso es que la dotación de asistentes incluye frenada autónoma con detección nocturna, control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril y aparcamiento semiautomático. Ocho años de garantía sobre la batería cierran un paquete de Ford que compensa con tecnología, autonomía y precio lo que le pueda faltar en unanimidad estética.