Este Renault es una auténtica obra de arte: el regreso de un mito

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Este Renault 5 no es solo un coche eléctrico más, es un guiño al pasado
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Emocional, atrevido y muy escaso, pero si te enamoras, tendrás que salir a buscarlo.
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Renault y Toyota saben que este EBRO ha llegado para robarles muchas ventas
En un rincón exclusivo del mercado automovilístico europeo, ha nacido una joya única. No es un lanzamiento internacional ni una edición global. Se trata de una reinterpretación magistral del mítico Clio Williams, esta vez sobre la base del nuevo Renault 5 E-Tech. ¿El lugar del milagro? Países Bajos.
Allí, un concesionario llamado Zeeuw & Zeeuw ha decidido rendir homenaje a una leyenda. Ha creado una versión especial del Renault 5 con una estética radicalmente deportiva, inspirada en el glorioso pasado del automovilismo francés. Solo habrá 25 unidades. Y si quieres una, tendrás que viajar.

Homenaje a uno de los Renault más míticos
El diseño habla por sí solo. La carrocería luce un azul profundo metalizado, intenso y elegante. Las llantas doradas de 19 pulgadas, junto con los detalles laterales también en dorado, hacen imposible no pensar en los colores de competición que marcaron época. Todo está cuidado al milímetro.
Pero la exclusividad no acaba fuera. El interior ha sido transformado con cuero perforado, Alcantara artesanal y costuras doradas. Un habitáculo refinado y agresivo al mismo tiempo. Además, hay detalles únicos: el número "5" bordado en los asientos y una insignia especial entre los portavasos.

Solo estará a la venta en los Países Bajos
En cuanto a mecánica, no es solo fachada. Este modelo emplea el propulsor eléctrico de 120 CV con batería de 40 kWh, una configuración que asegura una autonomía urbana más que suficiente. Con base en el acabado Techno, es una versión con todas las comodidades, pero sin excesos.

El precio tampoco asusta. 29.990 euros por una edición así no es desorbitado, considerando el nivel de personalización, su carácter exclusivo y el legado que evoca. Y sí, es más barato que muchos generalistas sin alma.