Tesla deja al Model 3 sin radio

Tesla ha vuelto a sorprender, pero esta vez no precisamente para bien. La marca de Elon Musk ha decidido eliminar un elemento que parecía intocable en cualquier coche moderno: la radio. Sí, el nuevo Model 3 Standard no cuenta con receptor de AM ni de FM, algo que no se veía venir y que ha generado una fuerte polémica entre los seguidores de la marca.

El movimiento no afecta solo a la berlina eléctrica. El Model Y Standard, el SUV más asequible de Tesla, también se queda sin radio convencional. Ambos modelos comparten la misma estrategia de recorte para abaratar costes y situarse en un rango de precios más competitivo. En Estados Unidos, el Model 3 parte desde 36.990 dólares, mientras que el Model Y lo hace desde 39.990 dólares, con una diferencia de unos 5.000 dólares respecto a las versiones superiores. Dinero que merece, cuanto menos, incluir una radio.

El Tesla Model Y también llega sin radio y otros recortes

La decisión, según medios especializados, responde al intento de Tesla por simplificar la producción. Sin embargo, muchos usuarios consideran que eliminar la radio, un componente que existe en los coches desde hace más de un siglo, es un paso atrás. La marca asume que hoy todos los conductores usan el smartphone y las plataformas de streaming, pero eso no convence a los más tradicionales, que echan de menos la posibilidad de escuchar la radio local o las noticias sin depender del móvil.

Los recortes no acaban ahí. El Model 3 Standard monta llantas de acero de 18 pulgadas, frente a las de aluminio de las versiones más caras, y pierde algunos detalles de diseño y tecnología. En el Model Y, además, desaparece la barra LED trasera y los faros son más sencillos. También se ha rebajado la calidad del interior: los asientos son de tela, los traseros dejan de ser calefactables y el sistema de sonido se reduce de 15 a solo 7 altavoces.

Encima son menos prestacionales

En cuanto a rendimiento, las versiones Standard cuentan con menos potencia y autonomía, además de una carga rápida limitada a 225 kW (en lugar de 250). Incluso el Autopilot llega con funciones bloqueadas que solo pueden activarse pagando 8.000 dólares adicionales. Tesla lo vende como una forma de personalización, pero muchos lo ven como una forma encubierta de recorte.

En definitiva, Tesla promete versiones más baratas, pero a costa de eliminar elementos básicos como la radio o el confort interior. La pregunta que se hacen muchos conductores es clara: ¿vale la pena ahorrar unos miles de dólares si el coche pierde parte de su esencia?