Nissan recupera el Patrol con un motor de 1.000 CV

Nadie lo esperaba, pero ha sucedido. Nissan ha resucitado al Patrol, y lo ha hecho con una propuesta que roza lo imposible: mil caballos de potencia en un todoterreno clásico. Un proyecto nacido no en las oficinas de la marca, sino en los talleres de Fosberg Racing, que ha logrado convertir un icono de los años noventa en una criatura salvaje.

Lo que antes era el vehículo preferido para atravesar montañas o tirar de remolques, ahora es una bestia de exhibición, un homenaje mecánico que ha dejado sin palabras a medio mundo. Su debut ha tenido lugar en el SEMA Show de Las Vegas, ese evento donde las ideas más locas se transforman en metal, ruido y humo de neumáticos.

El Nissan Patrol es, sin duda, uno de los todoterrenos más míticos de nuestras carreteras

El punto de partida fue un Patrol Y60, el mismo que muchos aún recuerdan con cariño. Pero su alma ya no es la de un veterano del campo, sino la de un puro deportivo de competición. Bajo su capó descansa un motor TB48 de seis cilindros y 4,8 litros turboalimentado, preparado hasta rozar los 1.000 CV reales. Una potencia descomunal canalizada a través de una transmisión manual de cinco velocidades y tracción total con reductora.

Nada de asistentes electrónicos. Aquí no hay controles de tracción ni ayudas digitales. Solo metal, engranajes y manos firmes al volante. Un guiño a esa conducción de antes, directa y sin filtros, que exige respeto.

NISMO también ha metido mano en el proyecto

El chasis ha sido revisado por NISMO, que ha instalado una suspensión coilover ajustable y llantas Beadlock de 17 pulgadas, envueltas en neumáticos de 35 pulgadas firmados por Yokohama. Cada pieza está pensada para resistir golpes, barro y desiertos.

En el interior, el confort ha quedado en segundo plano. Hay baquets RECARO, arneses de seguridad y un volante OMP de liberación rápida. Nada sobra, todo tiene un propósito: correr, saltar, vencer.