Una nutricionista explica por qué es un error esperar a que te "ruja" el estómago para comer

-
Cuando se tiene hambre extrema, se tiende a comer algo rápido y con ansia, pero que no sacia
-
¿El aguacate está de moda o realmente tiene beneficios para la salud?
Son muchas las personas que esperan a tener hambre, y más concretamente a que les suene el estómago, para comer. Aunque a priori puede parecer un comportamiento trivial y sin importancia, la realidad es que se trata de un "gran error", recalca la nutricionista Melyssa Chang.
Cuando esto ocurre, esta habla de "hambre extrema y no es sano para tu mente ni tu cuerpo", pues se tiende a devorar algo rápido sin apenas elaboración, que no sacia y termina provocando nuevamente la misma sensación al poco rato.
Qué debo comer cuando ruge el estómago
Aunque no se debe esperar a este momento para comer, en caso de que esto ocurra, la nutricionista propone una serie de ideas saciantes (en lugar de comer galletas, bollería u algún otro ultraprocesado):
- Proteína + grasa
- Grasa + hidratos de carbono
- Hidratos de carbono + proteína
- Proteína + grasa + hidratos de carbono

Cómo gestionar otros tipos de hambre
Además del hambre extrema, la nutricionista hace referencia a otros tipos de hambre y detalla cómo actuar dependiendo de cada caso para que la comida no se convierta en una obsesión y derive en otros problemas mayores.
Hambre por gusto o placer
En el caso del hambre por gusto o por placer, la nutricionista lo ejemplifica como "no tengo hambre, pero me apetecen comer estas galletas". Si bien se trata de un comportamiento totalmente válido, esta recuerda que "debes saber que si tienes hambre al poco tiempo, no es porque haya algo raro en ti", sino porque con lo que has ingerido "no te has saciado".
Hambre física extrema
"Tengo hambre, estoy de mal humor, que nadie me hable ahora"; se trata de la forma límite del hambre física extrema y, lo más seguro que, ni con las ideas anteriormente propuestas serán suficientes para saciarte.
Y esto se debe a que "tu cuerpo no va a confiar en ti y como no sabe cuándo le darás comida de nuevo, te hará comer de más".
Hambre fisiológica
No todos los días son iguales y a veces el cuerpo necesita más energía. Esto no significa necesariamente que al organismo le pase algo, sino que "el hambre es variable y tú no eres un robot", recuerda Melyssa Chang.
Hambre organizativa
Para que el cuerpo funcione correctamente hay que alimentarse y para evitar que aparezca el hambre extrema por comer muy tarde, es necesario organizarse.
Esto significa que, en ocasiones, "por organización necesitas comer sin hambre" para que puedas "anticiparte a esa situación que ya has vivido y has aprendido de ella".
Hambre emocional
Por último, comer por hambre emocional (por ejemplo, por haber tenido un mal día) "no está mal, siempre y cuando seas capaz de identificarla y saber por qué está sucediendo".
Sin embargo, si esto se repite de forma frecuente "necesitas trabajarlo en psicología", concluye la profesional.