Un año después de la DANA, más del 30% de los niños afectados aún tiene miedo a la lluvia y a las tormentas
-
El 24% de la infancia valenciana también sigue teniendo problemas para dormir
-
Una psicóloga, sobre los efectos a largo plazo de los afectados por la DANA: "Pueden experimentar un sentimiento de culpa"
El 29 de octubre se cumple un año de la DANA y aún, más del 30% de los niños afectados reconoce sentir miedo a la lluvia, las tormentas o los truenos, según el informe 'Con el barro en la mochila' elaborado por la ONG Save the Children junto a la Universitat de València.
En esta misma línea, el estudio también revela que aproximadamente el 24% de la infancia valenciana afectada sigue teniendo problemas para dormir por el episodio de lluvias e inundaciones que dejó 229 fallecidos, entre ellos, nueve menores y 200.000 niños y niñas afectados.
Estas son algunas conclusiones de dicho informe, que ha consultado a más de 2.300 familias afectadas por la DANA y a profesionales de los servicios sociales, de la educación, de las oenegés y a responsables políticos.
Cambios en el comportamiento, ansiedad, asilamiento...
El informe indica que se han producido cambios en el comportamiento de estos pequeños, como mayor ansiedad o estrés persistente y dependencia de pantallas como mecanismo de escape.
Desde Save the Children advierten que esto es debido a que el acompañamiento social y emocional de niños, niñas y adolescentes ha sido muy deficiente, y que se ha fiado todo a su capacidad de resiliencia, según advierte .
Asimismo, los adolescentes manifiestan dificultades de concentración (12,4%), pasan más tiempo con dispositivos electrónicos (11,0%) y prefieren el aislamiento social (7,0%).
Actualmente, la principal preocupación de las familias (45,7%) es el estado emocional de sus hijos e hijas, según el documento. Además, la mitad de las familias (52,4%) reconoce que sus hijos e hijas han sufrido un retraso en el aprendizaje.
El impacto de no poder ir a la escuela o a las extraescolares
El estudio también indica que no poder asistir a la escuela ha afectado particularmente al estado emocional (71,6%) y relacional (33,3%) del alumnado. Asimismo, los niños, niñas y adolescentes de los municipios afectados por la emergencia han dejado de realizar actividades deportivas (45,4%), al aire libre (28%), recreativas o culturales (25%) y extraescolares (24,7%).
"Ante cualquier emergencia, como la que vivimos en Valencia, es crucial que los centros educativos se reabran cuanto antes. En un contexto de crisis, ir a la escuela ayuda a recuperar un sentido de normalidad y esperanza para esos niños y niñas", explica el director de Save the Children en la región, Rodrigo Hernández.
La organización ha echado en falta también que la administración habilitara más espacios seguros, protectores y de buen trato hacia la infancia y la adolescencia para reducir el impacto psicoemocional.
Uno de cada cuatro cree que su hogar es menos seguro
'Con el barro en la mochila' muestra que casi el 15% de las familias encuestadas perdió su vivienda y que una de cada cuatro considera que su hogar es ahora menos seguro para los niños, niñas y adolescentes que antes de la DANA.
Además, cuatro de cada cinco familias (80,3%) residentes en los municipios de la zona cero viven en edificios aún con reparaciones pendientes o directamente en viviendas muy afectadas, pero en las que se ven obligadas a seguir residiendo.
Save the Children advierte de la importancia de no dejar de lado a la infancia en la reconstrucción del territorio, que a sus ojos se está impulsando sobre todo desde las infraestructuras y la reactivación económica.
"Es necesario reforzar la respuesta en ámbitos como el de la educación, la salud mental y el apoyo a familias en situación de vulnerabilidad, incorporando un enfoque preventivo y situando a los niños y niñas en el centro de las decisiones para garantizar sus derechos y fortalecer su resiliencia ante futuras emergencias", concluye el director de Save the Children en Valencia.