Guillermo se lo pone difícil a Valverde a base de goles

Ernesto Valverde fue bastante tajante al afirmar tras el partido amistoso ante el Mirandés que no iba a promocionar a ningún activo del filial, pese a que Guillermo y Guarrotxena se reivindicaban con virulencia.
El ariete se lo pone cada día más difícil. Ante el Real Madrid C sumó dos goles más, y van seis. El primero, después de un alarde técnico y físico con definición de depredador. 
Las palabras del técnico rojiblanco venían además a posteriori de un gol de Guillermo ante el equipo de Arconada también de bella rúbrica. El 9 del filial acumula un año 2013 a pleno pulmón. Ha aparcado ese traje de chaval técnico y talentoso, pero irregular y blando, para dejar paso a un delantero que, sin perder esas pinceladas de calidad, es definidor y hasta agresivo. Frente al segundo filial blanco se sacó de la chistera, al filo de la media hora, una arrancada de genio, tras servicio preciso al hueco de Iker Guarrotxena, que por piernas y metiendo el hombro, sellaba el 1-0. En el segundo tanto, en boca de gol, rebañaba un balón repelido por la madera y poniendo la testa. Estaba agazapado, como quien no quiere la cosa. Significada alcanzar su media docena de goles (con lesión de por medio) y rivalizaba con el delantero centro madrileño Fran Sol, que recortaba después distancias, y que responde a una de las grandes esperanzas de La Fábrica, tras Morata.  
Guillermo, el favorito de Caparrós en las categorías inferiores, por el que preguntaba insistentemente a los entrenadores de la cantera, se ha hecho mayor y reclama pista con pruebas. La indolencia ha dejado paso a la perseverancia, y la endeblez física a un cuerpo musculoso con más centímetros para cazar los balones divididos. Valverde igual quiso motivar a los delanteros de la primera plantilla o quizás enrabietar a los del filial, pero el efecto rebote ha surtido efecto. Guillermo sigue tocando a la puerta.