Los errores defensivos condenan al Celta

Cuando parecía que el Celta despertaba tras un mal inicio de Liga con una victoria ante el Alavés, los de Unzué volvieron a sacar a relucir todos sus errores ante el Espanyol. Un equipo incapaz de deshacerse de la presión del equipo perico y con errores graves en defensa que condenaron al equipo.

La primera de las sorpresas llegaba con la convocatoria, en la que entró el canterano Brais Méndez en sustitución del lesionado Radoja. Guidetti que entró en la primera lista de Unzué, fue uno de los descartes antes del partido junto con Ivan Villar. La titularidad volvió a ser para Maxi Gómez, después de su espectacular inicio de campeonato. El sueco aún no ha recibido el alta médica, aunque se espera que lo haga en los próximos días.El técnico navarro repetía el mismo once con el que el equipo lograba la semana pasada la primera victoria de la temporada en busca de la primera fuera de casa.
La defensa volvió a condenar al Celta, demostrando que está un escalón por debajo en nivel en cuanto a la parte ofensiva. Avisó en Espanyol en dos ocasiones tempraneras que a punto estuvieron de acabar en gol. Primero fue Gerard Moreno en el minuto 6 con un mano a mano ante Sergio que mandó fuera. Un minuto después lo intentó Baptistao con un cabezazo que rechazó Jonny. Y a la tercera fue la vencida, Moreno en esta ocasión no falló, y con un disparo cruzado batió a Sergio, tras haber recibido un balón en fuera de juego.

La salida desde atrás condena al Celta

Tras el gol perico despertó algo el equipo de Unzué, que durante toda la primera mitad fue incapaz de superar la presión del Espanyol. Aspas tuvo en su cabeza el gol del empate, tras un centro medido de Sisto, pero su remate se fue alto.
Al equipo celeste le costaba mucho superar la primera línea de presión perica, y un error de Cabral en la entrega propició una carrera de Piatti, que batió por bajo a Sergio con la zurda. Pudo hacer algo más el 'Gato de Catoira' por evitar el tanto. Nuevo error en la salida del balón que pone en duda el sistema que propone el técnico navarro en el Celta.
La incomodidad para salir con el balón jugado del Celta, obligó a Lobotka a retrasar mucho su posición y a buscar con balones largos a los extremos. Iago tuvo de nuevo el gol en sus botas, pero su disparo con la pierna izquierda previo pase al espacio de Jozabed de marchó alto.

En busca de una remontada milagrosa

Corrigió posiciones Unzué en la segunda mitad, retrasando la posición de los laterales para que Lobotka pudiera tener participación en la zona ofensiva, en lugar de tener que retrasar su posición para recibir el balón.
Pese a ello el Espanyol seguía muy cómodo en el terreno de juego tanto con balón como sin él. El marcador daba tranquilidad a los de Sánchez Flores que no cometieron errores que permitieran crear peligro al Celta.
Para ello Unzué movió ficha desde el banquillo dando entrada al 'Tucu' Hernández en busca de más control y rapidez en las transiciones en el centro del campo. Era el Espanyol sin embargo el que seguía creando ocasiones. Baptitao volvió a avisar con un disparo que Sergio despejó a córner.
El cambio despertó algo al equipo, que se vino algo arriba con el gol de Pione Sisto, que culminó una buena jugada entre Mallo y Aspas, y que daba esperanzas a los de Unzué por lograr la remontada. Para intentarlo el técnico navarro daba entrada a Emre Mor en lugar del goleador Sisto en busca de más chispa arriba.

Un despertar tardío

El gol y la entrada del turco dieron alas al Celta que se vino arriba en busca del empate con un juego más rápido y vertical. Lo intentó y lo intentó Mor, que es puro desequilibrio en banda, y que volvió loco a Victor Sánchez, pero el Celta fue incapaz de perforar de nuevo la portería de Pau López. Tardó mucho el Celta en despertar y no pudo conseguir la remontada. Nueva derrota de los de Unzué que empiezan con el pie izquierdo una semana complicada con tres encuentros.

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