Alemania supera a una buena versión de España; Francia, líder sólida

España, con falta de pegada y de ideas en los últimos metros, perdió 1-0 ante Alemania, desperdició una oportunidad de derrotar por primera vez en su historia al cuadro germano y se jugará su pase a octavos de final del Mundial femenino de Francia 2019 contra China en la última jornada de la fase de grupos.

Las chicas de Jorge Vilda mostraron un gran nivel frente a una selección teóricamente superior. La número dos del ránking mundial, todavía insuperable para España, estuvo a un paso de complicarse la existencia en el grupo B.

Pero Alemania tuvo más pegada. Menos pelota, pero más peligro. Mientras España a veces se enredó con el balón y faltó el último pase, su rival, en rápidos contragolpes, pudo hacer mucho daño al equipo de Vilda.

Con dos futbolistas por encima del resto, Virginia Torrecilla en la primera parte y Jennifer Hermoso en la segunda, España no pudo sacar un punto que habría sido muy valioso. En realidad, un fallo condenó a un grupo de jugadoras que estuvieron a punto de sacar petróleo de un partido clave por la primera plaza.

Fue el que protagonizaron la portera Sandra Paños y Marta Torrejón en el tanto de Sara Däbritz al final de la primera parte. La primera, despejó mal y al centro un cabezazo de Popp al borde del área pequeña. La segunda, se durmió en el despeje y la delantera del París Saint-Germain marcó el único gol del choque.

España, mejor que Alemania, sufrió una dulce derrota, pero no pudo evitar jugarse el pase ante China. Lo peor, si acaban en la segunda plaza, lo más posible es que se crucen con las todopoderosas jugadores de Estados Unidos. Nunca perder un partido con buen sabor de boca pudo costar tanto.

Antes, en el primer duelo del día, Nigeria se llevó la victoria frente a Corea del Sur y se mantiene con vida en el grupo A. Se enfrentaron los dos equipos perdedores de la primera jornada y ninguno podía fallar si quería mantener opciones de alcanzar los octavos de final.

Aunque Corea del Sur salió al partido mucho más enchufada con cuatro ocasiones, a la media hora un desgraciado gol en propia meta de Kim Do-Yeon dio aire a Nigeria, que estiró sus líneas y agarró las manijas del choque.

Con el partido más controlado, la jugadora del Barcelona Asisat Oshoala dio una exhibición física para cerrar el marcador. Con una carrera desde el centro del campo que sirvió para dejar atrás a una defensa coreana y a su portera, marcó el segundo tras rematar a la red la pelota casi sin ángulo.

Su tanto tranquilizó al cuadro africano y al final consiguió los tres puntos y, de momento, mantiene sus opciones. Tendrá que enfrentarse en la última jornada a Francia, que completó el día con una victoria por 2-1 ante Noruega para alcanzar pleno de victorias.

Ante la mirada de Didier Deschamps, el combinado galo volvió a mostrarse como un equipo sólido y con aplomo. El que estaba destinado a ser el rival más duro del Grupo A, apenas pudo resistir la primera parte.

El asedio francés se vio recompensado en el inicio del segundo acto, en el que Amel Majri puso un magnífico centro desde la banda izquierda que remató de volea de forma magistral Valerie Gauvin. El 1-0 parecía que iba a tranquilizar al cuadro galo, que, sin embargo, sufrió un sobresalto inesperado.

Con el partido dominado, Noruega se encontró de casualidad con el gol del empate. Lo marcó en propia meta Wendie Renard, después de rematar en su portería un centro sin peligro y suave que quiso despejar a córner y que se introdujo en su portería.

Pero ese tanto no afectó a Francia, que mantuvo su trabajo centrado en los tres puntos y los consiguió desde el punto de penalti y con incertidumbre. La colegiada alemana Bibiana Steinhaus revisó una posible patada de Ingrid Engen en la rodilla derecha de Marion Torrent y finalmente señaló una pena máxima que anotó Eugenie Le Sommer.

Con el liderato a punto de caramelo, Francia se enfrentará a Nigeria en la última jornada. El cuadro africano necesita una victoria para seguir con vida, mientras que Noruega también tendrá un partido complicado ante la imprevisible Corea del Sur.