Punto de inflexión para el Málaga del "esto es fútbol, papá"

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La victoria in extremis en Cartagena puede cambiar los vientos de un Málaga que debe aprovechar el impulso
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Un déjà vu a la temporada de Primera RFEF: Einar, Herrero y Antoñito marcaron como Roko
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Uno por uno del Málaga en Cartagena: aprobado general con algunos notables
El juego de la pelotita es caprichoso como ningún otro. El Málaga había enlazado cinco partidos consecutivos sin ganar, con dos puntos de quince posibles, entrando en un bucle de impotencia porque esos datos no hacían justicia a lo demostrado sobre el césped: ocasiones, valentía, sometimiento por momentos al rival, competitividad hasta el final... pero los dichosos pequeños detalles caían siempre del lado opuesto. Pero la tendencia cambió en la última jugada del Cartagena - Málaga.
De manera agónica, con el tiempo cumplido y en un contraataque del Efesé donde se pide penalti para los locales se pasó a una transición del Málaga donde Kevin Medina abrió para Jokin Gabilondo, que centró con la fuerza y la precisión exactas para que Roko Baturina rematara en escorzo para ponerla casi a la escuadra.
Había sido el peor partido del Málaga en lo que llevamos de 2025, pero como decía José Bordalás, "esto es fútbol, papá". A veces, muchas veces, este deporte no es un dos más dos son cuatro. No gana el mejor. No hay justicia. Hay aciertos y hay errores, hay cosas inexplicables.
A base de insistencia y esa pizca de fortuna, Roko hizo un gol vistoso, un gol que vale más que tres puntos por lo anímico y lo visceral del momento, ante más de 600 hinchas desplazados a una mini Rosaleda llamada Cartagonova. Un gol de los que cambian dinámicas. ¿Les suena de algo, malaguistas?
Ya lo vivió en la temporada del ascenso a Segunda. El camino en Primera Federación tuvo la primera victoria en el debut en casa ante el Atlético de Madrid B que se ganó en el descuento con un gol de Einar Galilea. La clasificación matemática al play off llegó de la manera más surrealista, con un tanto de Alfonso Herrero en un córner en el minuto 93. Un portero marcando goles jamás se había visto en estos lares. La guinda de lo imposible sucedió en Tarragona, ya saben, en el eterno minuto 122 con Antoñito Cordero como héroe inesperado.
La suerte que se busca
Muchos coinciden en que el ascenso se empezó a construir con el milagro de San Alfonso Herrero en San Fernando (1-1). Pellicer lo ha referido en varias ocasiones: la suerte empezó a cambiar después de aquello. Todo lo que vino después fueron resultados positivos: 3-0 al Antequera, 1-2 al Castilla, 2-2 y 2-1 al Celta Fortuna y 2-1 y 2-2 al Nàstic.
🥊 ROK.O BATURINA.
GOLAZO para dar la victoria al @MalagaCF en la última jugada del partido. #LALIGAHYPERMOTION #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/nmPqqJnTjO
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) February 15, 2025
El 'Baturinazo' en Cartagonova. Golazo para sellar los tres puntos.
Le obsesiona a Pellicer que su equipo siga buscando la suerte, y que no se limite a esperarla. "En la primera vuelta tuvimos más fortuna, pero no creo en la suerte, tenemos que buscarla", decía el técnico en la previa. Tras el 0-1 en tierras cartageneras, se refirió a esa magia del tiempo añadido: "Siempre lo digo, en los últimos minutos yo voy a estar agradecido de por vida a la última jugada que vivimos en Tarragona. En ese aspecto, el equipo, no estando como pensamos que deberíamos de estar, cree hasta el final".
Hace tiempo que la Diosa Fortuna se empezó a aliar con este club de descensos y ascensos fallidos, el mismo que perdió su última oportunidad de regresar a la élite con una dura caída en play off ante el Dépor. Que vivió una sanción y una temporada de encaje de bolillos con 18 fichas profesionales en pleno Covid. Que ha visto un 0-5 del Ibiza en La Rosaleda o incluso una chilena de Okazaki, el fichaje que jamás pudo debutar, para cumplir la Ley del Ex más tragicómica que se recuerda. Y en el último minuto.
Tampoco nadie olvida el penalti de Rubén Castro, las expulsiones, los errores garrafales, cada partido decepcionante en la temporada del descenso, cuando el Málaga llegó a los 330 días seguidos sin ganar en su estadio. Entre el 20 de noviembre de 2021 (Málaga 2-1 Las Palmas) y el 16 de octubre de 2022 (Málaga 3-2 Lugo). Todo esto que ocurría y ya no ocurre.
El Málaga del presente, más tranquilo con lo que sucede en el campo, está a 15 puntos de sellar su objetivo y quedan 45 puntos en juego. Persigue la fortuna con el ansia de no sufrir en demasía en esta Liga de las Hipertensiones, si es que fuera posible. El CD Tenerife es el próximo escollo en casa (viernes, 20.30 horas) para confirmar si lo de Cartagonova es un punto de inflexión como lo fue el gol de Alfonso o si solo es un espejismo.