Miguel Ángel Ramírez reivindica su legado en Zaragoza: “Estábamos haciendo cosas distintas”

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Ramírez cree que dejó un legado en Zaragoza, aunque no se reflejara en resultados
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Asegura que los clubes que no le dieron continuidad no mejoraron tras su salida
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Miguel Ángel Ramírez no necesita estar en el banquillo para seguir creciendo. A sus 40 años y tras cerrar su etapa en el Real Zaragoza, el entrenador grancanario se encuentra de vuelta en casa, donde aprovecha para formarse, compartir conocimientos y reflexionar. Convencido de que su trabajo dejó huella dentro del club, Ramírez defiende su visión de largo plazo frente a la impaciencia del fútbol profesional.
La etapa de Miguel Ángel Ramírez en Zaragoza
Ramírez reconoce que su etapa en el Real Zaragoza estuvo marcada por la falta de paciencia y urgencias históricas del club. Aunque los resultados no acompañaron, cree que su metodología diaria y la forma de trabajar dentro del vestuario marcaron un antes y un después en la institución. “Estábamos haciendo cosas distintas a las que se estaban haciendo”, aseguró, convencido de que su aportación fue significativa para el club, pese a no recibir el reconocimiento externo.

Entrenador de proyectos, no de urgencias
El técnico se define como un entrenador de proceso, no de soluciones inmediatas. Reivindica que en los equipos donde tuvo tiempo para trabajar, los resultados acabaron llegando, y que en aquellos de los que fue cesado, el rendimiento no mejoró posteriormente. “Donde tuve tiempo, los buenos resultados llegaron. Donde me echaron, los equipos no mejoraron. No es opinión, son hechos”, afirmó con claridad.
Por ello, tiene claro su aprendizaje: “Debo elegir mejor los sitios donde pueda haber más paciencia y menos urgencias”.

El legado fue increible, casi nos saca del futbol profesional, un montón de jugadores destrozados, Liso al Getafe para poder traer a un entrenador de verdad, y una despedida bochornosa con el episodio del coche. Este señor tiene una imagen de si mismo espectacular.