A ganar lo poco que tiene que ganar

El Sevilla FC se encuentra este jueves ante, posiblemente, uno de los partidos más incómodos del año. Con el resultado del partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, los de Pablo Machín tienen muy poco que ganar y mucho que perder, pero además se suma el mal recuerdo de lo sucedido el domingo, también ante el Athletic, en el que fue probablemente el peor partido de la temporada sevillista.

Además es pleno mes de enero, está haciendo tela de frío en la ciudad y no sería de extrañar que entre las temperaturas y el resultado de la ida muchos sevillistas decidan quedarse en casa, que media ciudad está enferma y la otra media no puede permitirse el lujo de enfermar al menos hasta que los primeros se recuperen.

La tercera pata de este banco es que, para colmo, el sábado hay un partido importantísimo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu y al Sevilla ya le han puesto varias chinitas en el camino –que si Mateu, que si los de Solari no salen de Madrid en la Copa… lo de siempre-, lo que aconseja a hacer rotaciones y esforzarse lo justo para cerrar el pase a los cuartos de final y el viernes estar en el bombo.

Hace más amable el partido el resultado de la ida, obviamente, pues tendría que sufrir una goleada vergonzante el Sevilla para que se acabara su andadura en el Torneo del KO, pero también que el Athletic, pese a sus tropecientas copas, en esta temporada pasa olímpicamente de esta competición y se centra en LaLiga Santander, donde se las han visto muy negras hasta la llegada de Gaizka Garitano a su banquillo en sustitución de Berizzo. Decíamos en la previa de la ida, que este Athletic es ahora más Athletic, más aguerrido y con más corazón… pero sobre todo en LaLiga Santander tal y como demostraron días atrás.

Bueno. El partido. Un trámite a priori sobre todo por las pocas ganas que tiene el rival de seguir adelante, y también por el resultado, insisto. Pablo Machín dice que no se fía, pero lo normal es que rote mucho, como hizo en la ida. Ha dado descanso a algunos hombres importantes y otros se quedaran en el banquillo como segunda unidad por si la cosa pinta fea. Lo más curioso es que ni Escudero ni Arana han entrado en la convocatoria. Esto, que sentencia al brasileño, abre la pista a probar a Quincy Promes como carrilero izquierdo, quizás el puesto más similar al suyo natural que tiene este Sevilla. Además, Munir tiene pinta de debutar como sevillista en Nervión como titular y ni siquiera se podría descartar que Bryan Gil salga de inicio. Sí da la sensación de que será el último partido de Juan Soriano como titular salvo, Dios no lo quiera, lesión de Vaclik.

El Athletic, que se juega bastante el domingo en Villarreal, deja en Bilbao a hombres transcendentales como Yuri y Beñat, al igual que se han quedado fuera los lesionados Raúl García, Aduriz, Mikel Rico y Lekue, además de Remiro. Viajan, como novedad, Íñigo Vicente y Unai López, que hacía cinco partidos que no era convocado.

El Sevilla, pues, se presenta ante un partido en el que tiene muy poco que ganar y muchísimo que perder. Pues a ganar ese poco y a empezar a pensar que una nueva final está a sólo cuatro partidos.