Ana Pérez, la progresión meteórica de una gimnasta convencida de lo que hace
Hace cuatro años, Ana Pérez veía los Juegos Olímpicos de Londres sentada ante el televisor de su casa en Sevilla. Ni se le pasaba por la cabeza que en 2016 ella estaría clasificada para disputar los Juegos de Río, pero mucho menos que sería la única española con plaza en gimnasia artística.
Natalia Arriaga
"Lleva en el entrenamiento de alto nivel desde enero de 2014. Para una gimnasta, preparar unos Juegos Olímpicos es ese tiempo es impensable. Pero ella quería, se le ha puesto en su camino esta oportunidad y la ha sabido coger. La progresión ha sido muy rápida porque ella es muy, muy trabajadora. Ha aceptado todo el esfuerzo que necesitaba".
Quien así la define es la seleccionadora española de artística femenina, Lucía Guisado, que ve a Ana "muy motivada, preparándose a tope, muy seriamente y con la voluntad de hacerlo lo mejor que pueda".
"Es una gimnasta que está convencida de lo que está haciendo. Sabe que para llegar a su objetivo tiene que pasar por días de entrenamiento muy duros y lo acepta y pide más. Es inconformista. En el momento en el que ve que no le sale como cree que le tiene que salir, ella es la que pide repetir y hacerlo una vez más. Eso va sumando", asegura la entrenadora.
Ajena a las palabras de Lucía Guisado, Ana Pérez (Sevilla, 1997) trabaja sin descanso en la sala de entrenamientos. Después de repetir varias veces su ejercicio de asimétricas, repasa unos minutos con el coreógrafo unos detalles de su rutina de suelo y perfecciona luego la pirueta en el potro de salto.
"La decisión de ir al CAR de Madrid no fue fácil", comenta a Efe al acabar la sesión. "Llegaba con bastante miedo, no sabía cómo me iba a adaptar y a integrar con las compañeras, pero estoy muy, muy contenta de haberla tomado y no me arrepiento nada. Estoy disfrutando estos dos últimos años como nunca. Fue una decisión muy acertada".
"Hace cuatro años yo estaba en mi casa y no tenía en mente siquiera venir aquí. Era lo que quería, pero ni teníamos la beca pedida. Era como un sueño lejano. Vi desde mi casa cómo compitió Ana (Izurieta) y ahora pensar que cuatro años después soy yo... es una locura", admite la sevillana.
"Ha sido en muy poco tiempo. No me esperaba tener esta evolución. Mi entrenadora de Sevilla, cuando hablábamos de la posibilidad de venir aquí, decía que lo mío era a largo plazo. Ha sido todo superrápido", insiste.
Ana Pérez se ganó la plaza olímpica individual en el preolímpico de abril, después de que el equipo quedase fuera de la clasificación en los Mundiales de 2015.
"Me hubiese gustado más ir con todo el equipo, pero he trabajado mucho para conseguir la plaza individual, me ha costado lo suyo, y a disfrutarlo, aunque sea sola", señala la gimnasta, que va a Río a "hacer una buena competición", sin descartar entrar en la final individual de las 24 mejores.
La seleccionadora Lucía Guisado coincide en que ese objetivo es posible.
"Si ella hace la competición como la hizo en el preolímpico y durante todo este año, salvo en el campeonato de Europa, que no le salió bien, tiene ejercicios con valor para estar entre las 24, hacer una competición bonita y disfrutarla. Ahora, esto es gimnasia y en un minuto y medio se te puede ir todo. Pero eso también se aprende", comenta.
La barra, considerado el aparato más difícil, es sin embargo "el que menos le cuesta" a Ana Pérez, que trabaja en suelo una nueva serie "para subir alguna decimilla" y que está particularmente orgullosa de su progresión en asimétricas desde que llegó al CAR.
"Las paralelas me costaban la vida y la verdad es que tengo un ejercicio bastante bueno, que ni yo misma pensé que podría hacer. Cuando llegué no hacía prácticamente nada y a base de mucho trabajo y de mucha caña he conseguido un buen ejercicio", indica.
En salto hará su clásico Yurchenko-pirueta. "El que hago desde hace unos años", recuerda.
Ana Pérez tendrá en Río el apoyo desde la grada de padres, hermano y abuela. Cuando regrese y disfrute de las vacaciones, intentará retomar los estudios, con la idea de hacer la carrera de Fisioterapia
"Antes quería hacer INEF, ahora he cambiado de idea. Creo que Fisioterapia va a tener más salidas. Me quedan cuatro asignaturas de segundo de Bachillerato y luego haré Selectividad y me meteré en la carrera", señala.
Como a todos los debutantes olímpicos, a Ana Pérez le hace mucha ilusión "estar en la Villa, ver allí a deportistas superimportantes". Se haría una foto con Pau Gasol. "Aunque no sé si cabremos los dos en la misma foto", dice respecto a la diferencia de altura entre ambos (1,51 vs 2,15).
Aunque su intención es prolongar su carrera hasta los Juegos de Tokio 2020, como "nunca sabes si vas a vivir los Juegos otra vez", Ana Pérez quiere seguir los consejos que le ha dado su predecesora olímpica Ana Izurieta: "Me ha dicho que haga fotos a todo lo que vea, que haga un álbum y que apunte cada día aunque solo sea una frase, como en un minidiario, para poder recordarlo en el futuro".