Bronce, botín que queda a una generación de oro que comienza a romper filas

Las brasileñas, animadoras del
fútbol desde su inclusión en el programa de los Juegos Olímpicos de
Atlanta'96, buscarán este viernes la medalla de bronce de Río 2016,
único premio de consolación posible para una generación de oro que
comienza a romper filas para dar paso a una renovación incierta. 
Hernán Bahos Ruiz
Con un presente brillante, por contra, las selecciones de Suecia
y Alemania se medirán horas después en el estadio Maracaná con la
certeza de que, incluso perdiendo, la medalla de plata bastará para
alcanzar el mejor desempeño en la historia de sus participaciones
olímpicas.
Suecia jamás había ocupado el podio y selecciones alemanas
anteriores ganaron las medallas de bronce en las ediciones de Sydney
2000, Atenas 2004 y Pekín 2008.
Para las brasileñas, la posibilidad de obtener el bronce, si es
que derrotan a la selección de Canadá en el estadio 'Itaquerao', de
Sao Paulo, será un botín insuficiente pues sus mejores campañas en
Olímpicos terminaron con preseas de plata en Atenas y Pekín.
Ganar el oro era el sueño que habían reservado para la retirada
la capitana Marta, de 30 años, y la centrocampista de 38 Miraildes
Maciel Mota, conocida como Formiga.
La número diez Marta Vieira da Silva fue proclamada por la FIFA
como la mejor jugadora del mundo durante cinco años seguidos a
partir de 2006, un logro que no ha alcanzado ninguno de los hombres
que han destacado en el fútbol.
Y Formiga es la única que jugó las seis ediciones que lleva el
fútbol femenino adherido al calendario olímpico.
Con dudas sobre su futuro llega la delantera Cristiane Rozeira de
Souza Silva, de 31 años, quien se consagró el 6 de agosto pasado
como máxima anotadora en la historia del fútbol olímpico femenino al
marcar su decimocuarto gol en la victoria por 5-1 a Suecia, el mismo
rival que cerró a Brasil la puerta de la final el 16 de agosto.
Nunca un partido de fútbol femenino había congregado en el
Maracaná a tanta afición en sus graderíos, 70.454 personas.
Con un criticado estilo defensivo y solo tres goles marcados en
cinco partidos, la selección escandinava llegó a la final tras
superar a Estados Unidos y Brasil en partidos que se definieron en
tandas de penaltis después de haber terminado empatados en el tiempo
reglamentario y los 30 minutos de alargue.
La experimentada portera Hedvig Lindahl detuvo dos lanzamientos
en la serie definitiva frente a la Canarinha y uno en la tanda de
cuartos de final frente a Estados Unidos.
Y en ambos partidos Lisa Dahlkvist apareció para convertir desde
los once metros el lanzamiento definitivo.
Las Blagult fueron llamadas "cobardes" por la portera
estadounidense Hope Solo y con resignación el técnico de Brasil,
Vado, admitió que el planteamiento táctico de Pia Sundhage ha
resultado exitoso porque logra maniatar a las rivales.
La primera selección femenina alemana que llega a una final
olímpica accedió a las rondas eliminatorias como segunda de su grupo
y desde entonces ha ido de menos a más.
Luego de imponerse con un ajustado 1-0 a China en cuartos de
final, sorprendió al derrotar con contundencia por 2-0 a las
canadienses, el único equipo que hasta las semifinales había ganado
todos sus compromisos.
En el estadio 'Mineirao', de Belo Horizonte, terminó el sueño de
las Canucks, que este viernes esperan repetir en Sao Paulo su mejor
campaña: el bronce de los Olímpicos de Londres 2012.
Ganar el partido a las brasileñas es la mejor motivación para un
equipo que llegó a ser considerado favorito en los Juegos de Río.
Un aviso para a Marta, Formiga, Cristiane y compañía para que
entiendan que si el tercer puesto les sabe a poco, quedar con las
manos vacías será la peor despedida de una generación que ilusionó.
- Partido por el tercer puesto y la medalla de bronce:
Brasil - Canadá (13.00 en Sao Paulo)
- Partido por la medalla de oro:
Suecia - Alemania (17.30 en Río de Janeiro)
(Hora local. +5 CET. +3 GMT).