Miguel Ángel López, a emular a Valentí Massana
El undécimo puesto de Miguel Ángel López el primer día de los Juegos en 20 km marcha, un año después de ganar el título mundial, constituyó para el murciano una decepción comparable a la que sintió Valentí Massana en los Juegos de Atlanta'96, antes de colgarse la medalla de bronce en 50 km.
"No era yo marchando hoy, no me he encontrado a mí mismo desde el principio y me siento muy decepcionado", declaró López tras la prueba corta de marcha, el primer viernes del programa atlético.
Las crónicas le habían señalado con el gran favorito, no sólo porque en los Juegos de Río faltan los rusos, vetados por la IAAF por "dopaje de Estado", sino porque el año anterior había derrotado a los chinos en su propia casa en los Mundiales de Pekín, y concretamente a Zhen Wang, que se alzó aquí con una medalla de oro que muchos ya habían entregado el murciano.
Massana se encontró en situación parecida cuando llegó a Atlanta. Había sido campeón mundial en 1993 y subcampeón en 1995. Estaba entre los favoritos para subir al podio y sin embargo llegó a la meta en vigésimo lugar con ganas de pegarse un tiro, según comentó con expresiva frase.
Fue el 26 de julio. La prueba olímpica de 20 km la había ganado el ecuatoriano Jefferson Pérez con 1h20:07 y Massana necesitó cuatro minutos más para hacer el trayecto.
Una semana después, el 2 de agosto, Massana subió al podio en 50 kilómetros con un tiempo de 3h44:19, junto al polaco Robert Korzeniowski (ganador con 3h43:30) y el ruso Mikhail Shchennikov (segundo con 3h43:46).
A Miguel Ángel López le vendría bien repasar este episodio olímpico para sacar las enseñanzas adecuadas.
"Espero que todavía me queden muchos Campeonatos por hacer y buenos resultados. A ver si me puedo ir con buen sabor de boca de Río", afirmó a Efe el murciano en la Villa Olímpica.
En la marcha larga partirá sin la presión de los 20. En aquella partía como favorito, en esta, que hará por segunda vez en su vida, es apenas un novato, no está entre los señalados.
