Lawrence Stroll no baja los brazos y sueña a lo grande con Aston Martin: "La misión es ser campeones del mundo"

En Aston Martin siguen confiando mucho en el proceso. Más allá de tener al volante a un talentazo como Fernando Alonso, que sigue terminando carreras por encima de las expectativas, o a personas como Adrian Newey trabajando en el proyecto del 2026; quien sigue soñando a lo grande es Lawrence Stroll. El dueño del equipo británico no baja los brazos y continua luchando para que la escudería sea una de las referencias en el Mundial de Fórmula 1. Pero no solo eso, quiere empezar a ganar títulos en el 'Gran Circo'. Con un discurso similar al que hace pocos días lanzó Andy Cowell, Stroll habla desde la esperanza y describe cómo la hoja de ruta que están realizando es la que lleva al éxito.

"Todo el equipo se está consolidando y esperamos con ilusión el próximo año, con un gran cambio en las reglas y regulaciones. Otro gran paso: Honda es nuestro socio en la unidad de potencia. Ser un equipo oficial por primera vez es una experiencia totalmente diferente. Diseñar un motor que se integre perfectamente con la unidad de potencia, en lugar de ser un motor de cliente y que simplemente nos entreguen uno suelto. Ahora estamos viendo las instalaciones que hemos construido para proporcionar las herramientas. No hay otra fábrica como esta en ningún otro equipo de Fórmula 1. No hay otro túnel de viento como este, ni otro simulador de conducción como el nuestro", cuenta Stroll en una entrevista publicada en el canal de YouTube de Aston Martin.

Lawrence Stroll sueña con campeonar

Para Stroll, el camino es lo más importante. Y en ese sentido, Aston Martin está construyendo unos cimientos más que interesantes. "Primero, se trata de montar las instalaciones. Lo más importante fue reunir al equipo de personas. No hay duda: estamos sentados en una especie de Silicon Valley de la Fórmula 1. Todos los equipos punteros están a menos de 15 millas de aquí, en Silverstone. El negocio de la Fórmula 1, en general, es probablemente el más exigente, sin duda de cualquier negocio con el que haya estado relacionado en el pasado", resume Stroll.

Un proceso que tiene un objetivo muy claro: el de empezar a luchar por los títulos. "Hay muchísima emoción en el ambiente. Soy implacable. No me rindo hasta que la misión se cumpla. En este caso, la misión es ser campeones del mundo", zanja el magnate británico.