Poneos las pilas
Por mucho cambio en el banquillo, por mucho despropósito del anterior entrenador, los jugadores son los que ganan o pierden los partidos. El encuentro frente al Hércules se ganó por ilusión, por el empuje de un sportinguismo que ha renovado sus esperanzas. Pero de nada o poco vale si en Miranda se repite el ridículo de Eibar, Jaén, Sabadell o Alcorcón.
Decía uno de los capitanes que las culpas del cambio de entrenador eran compartidas. Que tanto ellos como Sandoval eran responsables de la situación. Una valoración para mí egoísta y que escurre el bulto. ¿Pudo hacerlo mejor Sandoval? Sí, infinitamente mejor. ¿Y los jugadores?. Esto último se responde solo.
Lo que quiero decir es que ya va siendo hora de que los futbolistas de esta plantilla se den cuenta que son ellos los que tienen que ganar los partidos. Basta de excusas y discursos repetidos que serían intolerables volver a escucharlos de nuevo tras el partido en Miranda. Las nóminas hay que justificarlas y el montante total de ellas exige el ascenso. No nos engañemos, estos jugadores serán los artífices del éxito o los responsables del fracaso. Si regresan a Primera División los sportingusitas nos olvidaremos de las malas tardes que nos han hecho pasar. De lo contrario que asuman responsabilidades.
Para no repetir lo anterior, creo que este partido en Miranda tiene que ser el punto de inflexión. Con una derrota veo el horizonte negro, un empate no sería un horror y si ganamos nos quedamos muy cerca de asegurar el playoff. Después vendrá el filial culé a Gijón, y si sumamos otros tres puntos ya podemos imaginarnos la promoción de ascenso en EL MOLINÓN (sí, con mayúsculas).
Sin embargo, para cumplir mis mejores deseos se tendrían que dar tres victorias consecutivas. Algo que a estas alturas no se ha podido lograr en toda la temporada. Así, visto lo visto, quizá 9 de 9 puntos son demasiados, pero al menos creo que podemos pedirle algo a los jugadores. Espabilad, por favor, espabilad.