Méritos, grandeza y realidades
¿Qué define a un equipo para que sea “uno de los grandes”? La respuesta inmediata apunta a los aspectos económico-futbolísticos del club: el presupuesto, el valor del total de fichas de la plantilla, los jugadores emblemáticos.
Para mí, la grandeza de un equipo se decanta por otras cosas. Los valores institucionales de un club. El señorío. La lealtad en el campo de juego.
Por la séptima jornada de la Liga, se enfrentaron el FC Barcelona con el Athletic Club de Bilbao, en un partido que terminó empatado en un tanto, aunque el Athletic mantuvo el resultado a favor (cuando, en una jugada táctica, rápida y eficaz, sentenció Oscar De Marcos en el minuto 40) hasta el minuto 83, cuando marcó Munir para el equipo culé.
El Athletic se sostuvo en el juego colectivo, aunque con altibajos en su intensidad y control del balón, perdiendo muchos pases y todos los saques de banda. Defendiendo con marcajes individuales, como también hizo el Barcelona. Pero, fundamentalmente, se sostuvo en la grandeza de su portero, Unai Simón.
Fue un mérito del Athletic. También tuvo mérito el Barcelona con el ingreso de Messi en la segunda parte, porque dio un cambio a su equipo en su juego y en su ritmo.
Pero el conjunto del partido fue mérito del Athletic.
Porque aguantó contra fallos arbitrales incorrectos.
Porque soportó que los jugadores del Barcelona protestaran por penaltis y faltas inexistentes.
Porque jugó igual en un campo desequilibrado por la falta de señorío local: ¿Por qué en el entretiempo sólo se regó la mitad de campo donde se disputaría el ataque del Barcelona y no todo el campo, para que ese balón de playa mejorado pudiera circular con rapidez para los dos equipos contrincantes?
Porque se dedicó a jugar, con sus más y sus menos, mucho más que a protestar o lamentarse.
Quedan cosas para corregir. En ese trabajo invisible a los hinchas, que son los entrenamientos. Confío en la capacidad del equipo, de cada jugador y de su entrenador, el Toto Berizzo.
Tal vez el Athletic no sea un grande en términos económico-futbolísticos. Sin embargo, es un grande en las cosas que importan: los valores institucionales, el señorío, la lealtad en el campo. Estos son nuestros mejores méritos. Y con ellos se aliarán los resultados del Athletic.
Es un deseo, lo sé, pero ¿por qué no puede ser una realidad?
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz