La costarricense Gabriel retiene los títulos súper welter de la OMB y la AMB
La boxeadora costarricense Hanna Gabriel retuvo este sábado los títulos súper welter (154 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al vencer por decisión unánime a la canadiense Natasha Spence.Fue una batalla campal de diez asaltos ganada por Hanna "la amazona" Gabriel, de 34 años, de manera unánime por idéntico marcador en las tres tarjetas de los jueces de 99 a 91, frente a Spence que aguantó con hidalguía todo tipo de castigo.
La tica sube su récord profesional a 17 peleas ganadas (11 por K.O.), una perdida y una empatada, mientras la canadiense Spence se queda en ocho victorias (6 por K.O.), tres derrotas y un empate.
"Jamás pensé que iba a tener tanto cariño después de dos años de no pelear en Costa Rica, muchas gracias por estar al pie del cañón conmigo y espero darles muchas más peleas buenas", declaró Gabriel tras el combate.
Los dos primeros asaltos fueron un tú a tú de poder a poder, con ambas pugilistas conectando golpes certeros que dejaron visibles secuelas físicas en los pómulos de las dos.
Desde el tercer episodio la costarricense comenzó a demostrar su superioridad con numerosas combinaciones al rostro de Spence, quien solo atinaba a lanzar golpes desordenados y a agachar la cabeza en exceso para evitar un castigo mayor.
Con las poderosas manos de "la amazona" entrando a placer en la cara de Spence, la pelea se fue inclinando poco a poco para la esquina tica.
"La pesadilla" Spence, de menor estatura y alcance, intentó contraatacar con su derecha, pero cada vez sentía más el poder de los puños de la local, ante lo que se defendía con abrazos y era salvada por la campana en al menos un par de ocasiones.
Gabriel sacó todo su repertorio en el séptimo asalto y dejó muy golpeada a la canadiense con sus combinaciones de "1-2", el gancho de izquierda y un par de 'uppercuts' de derecha.
Intentó sorprender Spence, desesperada por mejorar los puntos, pero terminó el octavo episodio visiblemente cansada y hasta algo mareada.
La jueza del combate, la puertorriqueña Melba Santos, tuvo que intervenir mucho en los últimos tres rounds debido a los abrazos de la canadiense.
El último minuto de la pelea fue un verdadero choque de trenes, con una costarricense que tiró de todo en busca del nocaut, pero lo consiguió porque Spence dio una demostración de cómo soportar golpes sin caer a la lona.
