Pablo Fernández y su historia como 'record-man', de nadar entre tiburones a superar los 250 km en mar abierto

Muchos deportistas de nuestro país han conseguido tirar la puerta abajo y hacerse un nombre en su especialidad. Rafael Nadal, Pau Gasol, Xavier Hernández, Andrés Iniesta, Marc Márquez,... son algunos de los que han conseguido colocarse entre los mejores de la historia. También en el mundo de la natación han existido y existen personas que han puesto su nombre entre los más grandes. Pablo Fernández es uno de ellos y ElDesmarque ha estado junto a él.

Pablo Fernández es poseedor de 16 récords mundiales

El deportista iba para jugador de fútbol, pero se lesionó y tuvo que olvidarse del sueño de ser jugador profesional. Posteriormente, probó suerte dedicándose al mundo de los negocios. Vendió su empresa, se hizo millonario y ahora se dedica es a batir récord Guiness. Algo que está consiguiendo hasta el punto de contar con seis, además de otras diez marcas en el mundo de la natación, como señala en su página web.

En la entrevista señala cual fue el momento que peor lo pasó. "Fue a la una de la madrugada, cuando ya llevaba cuatro horas de noche. Al hacer una respiración se me metió una medusa por la boca y me la tragué. Sientes 20 horas del reto con un dolor terrible", afirma. Una de las tantas anécdotas que puede contar este record-man.

Entre las marcas con las que ha entrado en la historia existe una que es el primero en conseguirlo. "Fui la primera persona que unió a nado Nicaragua a El Salvador, cruce el río congo en Africa, el río Gambia. A partir de ahí empezó el tema de los Récords Guiness", desvela, señalando cómo comenzó a buscar ese nuevo reto para entrar en el libro con las marcas históricas.

Comenzó su vida con el sueño de convertirse en futbolista

Su última hazaña ha sido nadar 250 kilómetros en mar abierto en solitario. Para él, en este tipo de retos, "la parte mental es más del 50% pero hay una parte de conocimiento de tu propio cuerpo, dolores, calambres, frío, hipotermia, etc". Además, recalca cómo consiguió afrontar el reto de nadar junto a tiburones. "Creo que los seres humanos tenemos un miedo irracional a los tiburones por las peliculas de Hollywood, pero debemos mantener la calma, el contacto visual, no darse la vuelta. Es fácil, decirlo pero cuando estás en el agua y te aparece un bicho de cinco metros, impone bastante", reconoce.

Todos esos desafíos que le permiten tener una sensación de haber cumplido un sueño. De hecho, reconoce que él tuvo cuando era pequeño el famoso libro con tan solo 14 años. "Me compré el libro de los Récord Guinness y veía a toda esa gente conseguir esas metas y me parecían inalcanzables. Saber que era capaz de batirlo, fue un momento muy bonito y lo disfruté muchísimo", afirma. Una sensación de haber conseguido un deseo de su niñez y de hacer historia.