Primeras impresiones de Eriksholm: el Commandos escandinavo

-
Puede ser una de las grandes sorpresas del año
-
Su potente narrativa no eclipsa un gameplay cargado de paciencia y estudio de cada detalle del escenario
Haciendo poco ruido, Eriksholm: The Stolen Dream se ha colado como uno de las posibles sorpresas de este año. Habiendo anunciado recientemente su lanzamiento para mediados de julio, ya es para muchos uno de los juegos esperados para el verano. Un desafío que nos lleva por una poderosa narrativa dentro de un sistema de sigilo estratégico conocido, pero lo suficientemente diferente para que sea aún más atractivo. Un título que fusiona las mecánicas del Commandos con el espíritu de A Plague Tale.
El juego nos lleva a la ciudad ficticia del mismo nombre, Eriksholm, inspirada en las ciudades nórdicas industriales de principio del siglo XX. Nosotros damos vida a Hannah, una chica que ha despertado tras haber estado postrada en la cama debido a una extraña enfermedad. Y ese mismo día, nuestro querido hermano Herman, desparece tras marcharse a trabajar en la carbonera. Pero lejos de tener que lidiar con este drama, la tensión aumenta cuando las autoridades vienen a nuestra casa a buscar a nuestro hermano, y por tanto van también detrás nuestra por creer que tenemos algo que ver con, lo que para nosotros es, un más que misterioso suceso.
Es ahí donde empieza nuestra huida y persecución de las autoridades. Pero todo desde un estilo de sigilo absoluto mientras nos desplazamos por diferentes escenarios de una ciudad en absoluta alerta. ¿Qué demonios está pasando? Se ve que un régimen tiene a toda la ciudadanía bajo su mando, pero no sabemos qué tiene que ver todo esto con nosotras o nuestro hermano. Por ahora...

Desde una vista de cámara cenital, como el Commandos, ésta será clave para tener controlados a todos los enemigos. Deberemos estar atentos a cada rincón o a cada oportunidad, como el poder mirar a través de una ventana. Y sí, también veremos el clásico cono de visión de aquellos que nos buscan. Pero a diferencia del clásico juego español, basta que nos vean para que fracasemos. Debiendo tener cuidado con nuestras acciones pero también pendiente de las acciones de terceros personajes que pueden hacer variar la ruta de un enemigo o llamar su. atención.
Lo interesante de Eriksholm: The Stolen Dream es su juego de cámaras. Bien resguardadas para que no nos descubran, deberemos investigar el escenario a nuestro alrededor para ver no solo posibles rutas de escape, si no accesos a zonas con algo interesante. Ya que la ciudad está repleta de notas e informes de todo tipo, tanto de las autoridades como de algún ciudadano. Esto no solo aporta lore a una narrativa que se va haciendo más intensa a medida que descubrimos lo que sucede, si no que en ocasiones es de bastante utilidad. Y como completistas, será necesario reunir todas las notas y coleccionables de cada escenario.

Unos escenarios que en muchas ocasiones están sobrecargados. Y no lo decimos como algo negativo, es todo muy natural y cada elemento tiene su lógica. Algo que nos puede ser útil para sortear enemigos sin que nos vean, pero también un arma de doble filo al impedirnos a nosotros mismos el ver algo interesante o incluso algún enemigo oculto.
La única pena es que todo termina cuando más interesante se pone. Una demo que apenas dura hora y media es lo que tenemos por ahora. Suficientemente larga como para que la podamos disfrutar, pero muy corta al dejarnos con ganas de más, justo cuando empezamos a conseguir herramientas la mar de útiles.
En resumidas cuentas habrá que estar muy atentos al 15 de julio que es cuando llega Eriksholm: The Stolen Dream. Pues la demo promete mucho. Y aunque en mecánicas no innova nada, sí que utiliza ese espíritu de otras sagas muy a su favor. Pero lo potente del juego de River End Games es esa historia que engancha. Siendo sumamente inmersiva al dar vida a una protagonista que tampoco sabe muy bien qué está pasando en su ciudad.