Dying Light: The Beast – parkour y zombies en un mundo más brutal y más libre

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Kyle Crane, el mítico héroe de la saga, regresa más salvaje que nunca
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Un nuevo enfoque de terror nocturno y libertad total en un entorno abierto
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El 22 de agosto la oscuridad volverá a imponerse. Dying Light: The Beast, el nuevo capítulo de la mítica saga zombi desarrollada por Techland, nos invita a una mezcla del género del survival horror y el mundo abierto. Lo hace con el regreso de un protagonista emblemático, Kyle Crane, completamente transformado tras años de tortura y experimentación genética, y con un sistema de juego que combina el parkour extremo que caracteriza a la saga, un combate más visceral y una atmósfera nocturna más aterradora que nunca.
Tras los anuncios que vimos en el Summer Game Fest, Tymon Smektała, director de la franquicia, ha compartido algunos detalles del juego en un reciente artículo en Xbox Wire. En el evento veraniego más de 100 periodistas y creadores de contenido pudieron probar el uego y, parece ser, las reacciones no se hicieron esperar: “Los gritos con los sustos, la emoción al vencer al gigantesco Behemoth o las risas al arrancar cabezas de los zombis… ¡música para mis oídos!”, confiesa Smektała en la entrevista.
El regreso de un héroe… mutado
Kyle Crane, protagonista del primer Dying Light, regresa con un giro argumental profundo. Tras años de experimentos a manos del villano conocido como el Barón, ya no es completamente humano. “Lleva en su interior ADN humano e infectado”, explica Smektała. Esta dualidad no solo define su historia, sino que se traduce directamente en la jugabilidad: momentos de agilidad extrema y precisión con el parkour se alternan con ataques salvajes de fuerza bruta.

Al inicio, los jugadores no tendrán control total sobre sus poderes, pero cuando los dominen, se encontrarán ante un sistema de combate más brutal y visceral que nunca. Combinaciones espectaculares de parkour con ataques cuerpo a cuerpo han sido algunos de los elementos más celebrados en esa primera aproximación al juego del evento de principios de verano.
El terror nocturno regresa con más fuerza
Uno de los aspectos más criticados de Dying Light 2 fue la pérdida de tensión durante la noche. En The Beast, Techland recupera ese miedo visceral con un rediseño completo del ciclo día-noche. El escenario principal, Castor Woods, se transforma radicalmente al caer el sol. “Ese pitido del reloj marcando el final del día… es aterrador”, comenta Smektała. Las sombras lo envuelven todo y los Volátiles acechan desde cada rincón.
El uso de la oscuridad es intencionadamente cruel: apagar la linterna en medio del bosque es sinónimo de perderse en una negrura absoluta. Y sí, los desarrolladores juegan con nuestros miedos más primarios: “No te sorprendas si aparece un zombi justo detrás del árbol que acabas de revisar”, advierte el director.

Libertad total para enfrentarse al apocalipsis
Más allá del terror y la acción, Dying Light: The Beast apuesta firmemente por la libertad del jugador. Cada misión ofrece múltiples enfoques y la creatividad del usuario es clave. Durante las demos, algunos testers decidieron huir de combates para evitar activar sus poderes, otros se obsesionaron con los dropkicks, mientras que hubo quien usó fuegos artificiales para atraer a los zombis y enfrentarlos con enemigos humanos.
“El juego no dicta cómo debes jugar. Nosotros ponemos el escenario y las herramientas, pero el camino lo eliges tú”, sentencia Smektała. Esa libertad es la esencia misma de Dying Light.
El entorno donde se desarrolla esta entrega, Castor Woods, ofrece un mundo decadente y abierto repleto de detalles. Desde los tejados del antiguo pueblo hasta los interiores minuciosamente diseñados, pasando por bosques infestados y persecuciones en 4x4, el mapa promete variedad y dinamismo. Cada zona invita a explorar, a resolver puzles de parkour y a improvisar formas de supervivencia.

Además, aunque el juego es el clímax de más de una década de evolución dentro del género, está pensado también como un punto de entrada ideal para nuevos jugadores. “Kyle ha pasado más de diez años encerrado. Para él, el mundo es tan nuevo como para quienes nunca han jugado un Dying Light”, asegura Smektała.
Techland considera Dying Light: The Beast el proyecto más ambicioso de su historia. Con su lanzamiento previsto para el 22 de agosto de 2025 en PC, PS5 y Xbox Series X|S, estamos ante uno de los grandes títulos del verano.