Esto es lo que debes saber antes de someterte a una reducción de pecho si quieres amamantar a tus hijos

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"Yo recomiendo a mis pacientes retrasar la cirugía tras la maternidad"
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El embarazo y la lactancia "pueden modificar los resultados estéticos tras una reducción mamaria"
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Este es el motivo por el que la lactancia es ideal para perder grasa
Hay quienes tienen muy claro que quieren ser madres y quieren amamantar a sus hijos. Más allá de que esto finalmente sea posible o no, las mujeres que lo tienen claro y que, además, se están planteando someterse a una reducción de pecho, deben tener en cuenta una serie de factores.
Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra cada año entre el 1 y el 7 de agosto, en ElDesmarque hemos resuelto las dudas que rodean a la lactancia materna y a la cirugía de pecho, en este caso de reducción, de la mano de la Dra. Aranzazu Pérez Plaza, vocal de Marketing y Comunicación de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
Qué conlleva una reducción mamaria
El objetivo de la cirugía de reducción mamaria es reducir el el volumen y mejorar la forma, de forma que se eleva "el complejo areola-pezón, para así lograr una mama más pequeña y armónica".
Al verse involucradas en la cirugía diversas zonas de la mama, "es posible modificar o alterar parcialmente" los conductos que transportan la leche al pezón, pudiendo resultar "más difícil la subida de la leche y, por tanto, la lactancia". No obstante, "suele ser en general, un proceso transitorio y que rara vez impide la lactancia".
"Yo recomiendo retrasar la cirugía tras la maternidad"
Aunque como tal, "no existen contraindicaciones para la lactancia tras someterse a cualquier cirugía mamaria", la también presidenta de la Sociedad de Cirugía Plástica, Reconstructora y Estética de la Comunidad Valenciana (SCPRECV) matiza que "hay que conocer los posibles efectos estéticos que -la lactancia- pudiera generar en la mama", como pueden ser:
- Cambio del volumen mamario
- Mayor laxitud y elasticidad de la piel
- Aparición de estrías
- Caída de los tejidos
- Pérdida de volumen en el polo superior de la mama y descenso del mismo
Si bien es cierto que "cada caso es único, depende mucho de cada mujer" y de los cuidados que haya tenido durante el embarazo y la lactancia, la Dra. Pérez Plaza afirma que "de manera general, tanto el embarazo como la lactancia, pueden modificar los resultados estéticos tras una cirugía de reducción mamaria". Por ello, ante el riesgo de esta posibilidad, "yo recomiendo a mis pacientes retrasar la cirugía tras la maternidad", valora la profesional.

El tiempo ideal entre ambos procesos
En caso de apostar por la lactancia materna y después la reducción de pecho, "debemos esperar un tiempo", sobre todo porque en el caso de dicha cirugía "vamos a realizar modificaciones en la glándula mamaria o complejo areola-pezón". Por ello, se recomienda esperar "al menos de unos 3 a 6 meses".
Si por el contrario, la decisión es someterse a la cirugía y luego ser madre, "lo ideal es esperar al menos 1 año tras la cirugía para quedarnos embarazadas y dar el pecho, pues el tiempo correcto para completar un postoperatorio tras cualquier cirugía es de 1 año aproximadamente".