Digimon Story Time Stranger, un desafiante regreso a la adolescencia

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Mi relación con la franquicia Digimon es un tanto irregular. Cuando era pequeño me encantaba ver la serie de animación, y para muchos era como la versión macarra de Pokémon, con estas criaturas digitales que en ocasiones eran un tanto bizarras y con diseños muy alejados del estilo de peluche que tiene la marca de Nintendo.
Con el tiempo, Digimon parecía dejar de tener tanta relevancia, y aunque se han seguido creando obras de todo tipo, lo cierto es que me acabé alejando de todo. Incluso cuando se lanzó Cyber Sleuth para la generación pasada de consolas no llegó a interesarme mucho, estaba demasiado desligado. Pero con la nueva entrega, Time Stranger, mi interés se reavivó de repente. Quizás porque este juego se percibía como una renovación espiritual de lo que Cyber Sleuth ofrecía con sus dos entregas, algo anticuadas a día de hoy para mi gusto, o quizás porque lo veía como un proyecto más ambicioso en general.
Entender de dónde vienes para labrar un nuevo futuro digital
Digimon Story Time Stranger es un juego que no huye de sus propias raíces, que entiende de donde viene y su relación con productos pasados y nos trae una historia que a mi personalmente me ha recordado mucho a la serie de animación de los noventa. Con su narrativa ligera pero entretenida, enfocada a un público predominantemente adolescente.

Los protagonistas de la trama son dos agentes (podemos decidir con que género empezar e incluso cambiarlo durante la propia partida) que se visten de una manera particular por no decir estrambótica y cuyo objetivo es resolver anomalías relacionadas con las formas de vida fásicas digitales (o sea Digimon). Al comenzar la historia nos vemos envueltos en una crisis bélica enorme y acabamos viajando 8 años al pasado, antes de comenzar todo el embrollo, con la oportunidad de investigar lo ocurrido y de ser posible evitar el desastre. Nos acompaña el digimon Aegiomon y la joven Inori Misono durante todo el camino, el primero funcionando como un apoyo constante en las batallas.
En general, la trama se desenvuelve correctamente, no es nada del otro mundo pero cumple su función. Los personajes están bien construidos y existe cierto crecimiento en ellos que los hace más creíbles. Hay momentos que pueden considerarse un poco más de relleno, sobre todo a la hora de realizar misiones secundarias, pero tampoco nada que empañe demasiado la experiencia.
Un sistema de combate casi perfecto que engancha desde el primer momento
El punto fuerte del juego es sin embargo su combate y la obtención de los Digimon. Con hasta 450 tipos distintos que conseguir, hacerse con todos será una ardua tarea, pero también una muy divertida. Tener una amplia variedad de digimon entre nuestras filas también es importante de cara a afrontar los desafíos (sobre todo jefes), ya que debemos estar atentos a las debilidades, fortalezas y atributos tanto de nuestros oponentes como de nuestros propios aliados.

Los combates normales no suelen suponer ningún problema exagerado, su función principal es presentarnos a diferentes digimon que escanear y aumentar su porcentaje de conversión, y una vez este llega al 100% (pudiendo elevarlo hasta el 200% para mejorar sus atributos) podremos obtenerlo para nuestro equipo. Esto será más o menos difícil en función de la etapa evolutiva: Un digimon aprendiz o novato no requerirá de muchos combates para llegar al 100%, pero será más complicado que ocurra lo mismo con un campeón o un digimon definitivo.
La digievolución como reto a superar
Otra de las claves es la digievolución. Cuando adquirimos cierto rango de agente (el nivel del personaje, que va desbloqueando mejoras y que aumenta al completar misiones) y los digimon adquieren atributos concretos podrán digievolucionar a una forma más poderosa, a cambio de volver a tener nivel 1. Lo interesante es que no tendrán que subir a ningún nivel mínimo para que esto ocurra, por lo que todo se reducirá a cuanto hemos avanzado en el juego y que sus estadísticas sean lo suficientemente competentes.

En este segundo punto es donde las cosas pueden volverse peliagudas, ya que según la naturaleza del propio digimon, se nos puede hacer algo cuesta arriba conseguir que algunos evolucionen incluso cuando lleguen a su nivel máximo. Y aquí entra en juego la otra forma de evolucionar, la de-digivolución, que es regresar a una etapa previa a cambio de elevar el nivel máximo permitido de la criatura manteniendo ciertos cambios de atributos y mejorando también su talento (necesario para avanzar a las formas más poderosas). Esto nos lleva a estar planificando constantemente las estadísticas de nuestros compañeros, entrenándolos combatiendo, usando objetos o llevándolos a la granja para subir atributos concretos o cambiarles la naturaleza.
Según que clase de jugador seas, todo esto te parecerá un jaleo tremendo o disfrutarás mucho haciéndolo. En mi caso es una sensación intermedia, sobre todo al principio puede que te cueste entender como se relaciona todo, pero cuando avanzas lo suficiente en el juego y consigues más dinero y recursos, empiezas a entender cual es la forma más eficiente de entrenar y desbloquear las mejores digievoluciones.

Combatir con distintos equipos y combinaciones hace que el bucle jugable sea bastante adictivo, se pueden componer muchas estrategias distintas y podremos equipar a los digimon con habilidades de distintos elementos y funciones a medida que los vamos obteniendo, como hacer daño físico de fuego a todos los enemigos, curar a un aliado o mejorar la defensa de todo el equipo. Las posibilidades son muchas, pero todas estas se irán desbloqueando lentamente, por lo que puede que al principio las opciones se sientan más encorsetadas. Aparte podremos desbloquear habilidades especiales de agente que se activarán al obtener unos puntos durante el combate llamados PC, que nos permitirán hacer daño masivo a los enemigos o potenciar temporalmente a nuestro equipo, entre otros efectos.
Aunque no todo brilla en este mundo digital
Tengo dos problemas con el ritmo. La primera es que el juego se toma su tiempo para presentarte sus funciones y tarda en arrancar. La segunda es la falta de una opción para agilizar las animaciones en el combate. Ver los ataques especiales de los digimon está muy bien pero cuando acabas viendo la misma animación cincuenta veces llega un momento en el que se te puede hacer algo pesado, sobre todo teniendo en cuenta que combatiremos muchísimo. Otro problema lo veo en el control del personaje por el mundo. El control es tosco y las opciones de navegación se sienten muy desfasadas. Navegar por los entornos requiere pararnos en momentos específicos para activar animaciones de subida de escaleras, atravesar conductos o zonas de agua, y todo ello enlentece mucho la acción y el avance. Esta falta de fluidez provoca cierta pesadez durante estas secciones, si bien a nivel artístico no tengo ninguna pega por como se configuran las distintas zonas que visitamos, con entornos muy variados y visualmente atractivos.

Conclusiones de Digimon Story Time Stranger
Tras más de 55 horas jugando, puedo decir que sin duda ha merecido la pena volver a Digimon. En conclusión, creo que Digimon Story Time Stranger hace las cosas bien como JRPG clásico, con varias mejoras respecto a la saga previa de Cyber Sleuth, pero que mantiene problemas en el control y diseño de navegación por los escenarios que se sienten anticuados. El sistema de entrenamiento de digimon es divertido pero requiere de mucho grindeo, sobre todo si quieres conseguir todo lo que ofrece el título. Aún así, en términos generales creo que es una de las mejores formas de experimentar con la franquicia y tanto los amantes de Digimon como del JRPG en general encontrarán aquí un notable juego que disfrutarán por muchas horas.
*Plataforma analizada: PS5
Lo mejor
- La gestión y obtención de los Digimon es adictiva
- Los combates contra jefes ofrecen desafíos muy bien planteados
- La historia, aunque simple, cuenta con algunos momentos interesantes
Lo peor
- La navegación por el entorno se siente mus desfasada
- Se echa en falta algunas mejoras de la calidad de vida para mejorar la fluidez y el ritmo
80/100