Dacia deja caer al mantenimiento del Bigster al mínimo
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Dacia apuesta por un mantenimiento low cost
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El nuevo Dacia recorre 1.500 kilómetros sin repostar
El Dacia Bigster se posiciona como un SUV de segmento C que lleva la filosofía de bajo coste de la marca a un nuevo nivel. Su propuesta no solo se centra en un precio de adquisición contenido, sino que también apuesta por minimizar al máximo los costes de mantenimiento, convirtiéndose así en uno de los modelos más accesibles a largo plazo dentro de su categoría. Este enfoque responde a una estrategia clara: ofrecer un vehículo funcional, amplio y robusto sin las cargas económicas habituales en los SUV de su tamaño.
Basado en una evolución de la plataforma CMF-B del grupo, el Bigster hereda elementos ya consolidados en modelos como el Duster, lo que permite reducir la complejidad técnica. Cabe destacar que esta decisión también facilita el acceso a repuestos comunes, abarata la mano de obra y reduce la necesidad de intervenciones técnicas especializadas. En conjunto, esta arquitectura simplificada actúa como un pilar para lograr un coste de propiedad muy contenido, clave en el posicionamiento del vehículo.
El Bigster no busca competir en sofisticación, sino en eficiencia global. Sus motorizaciones mild-hybrid e híbridas completas han sido seleccionadas no tanto por su innovación tecnológica como por su equilibrio entre fiabilidad, consumo y sencillez mecánica. Por otro lado, la marca ha optado por limitar la incorporación de elementos complejos o costosos, apostando en su lugar por soluciones prácticas y duraderas que reduzcan el desgaste y faciliten el mantenimiento preventivo.
Economía de uso en un SUV funcional
Llama especialmente la atención el enfoque aplicado a elementos como los neumáticos, componentes de suspensión y elementos periféricos del motor, todos ellos seleccionados para maximizar la durabilidad y minimizar las visitas al taller. Además, la utilización de piezas compartidas con otros modelos de la gama permite optimizar la logística posventa y abaratar significativamente los servicios de mantenimiento periódico.
En términos de espacio, el Bigster ofrece una longitud cercana a los 4,6 metros, con un interior amplio y un maletero de grandes dimensiones, lo que lo convierte en una opción válida para un uso familiar intensivo. Por todo ello, este modelo representa una de las apuestas más coherentes para quienes buscan un SUV espacioso con un mantenimiento reducido. Una propuesta práctica, racional y con un coste de uso difícil de igualar dentro de su segmento.