Cuidado con los alimentos que llevamos a la playa: estos son los que pueden causar intoxicaciones por el calor

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Estos alimentos no deben estar más de dos horas sin refrigerar
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En caso de no llevar nevera portátil con acumuladores, optar por alimentos no perecederos
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Diez alimentos que se pueden consumir aunque estén "caducados"
El calor crea un escenario perfecto para que las bacterias se multipliquen más rápido. Esto es habitual que suceda en algunos alimentos cuando nos los llevamos a la playa o a la piscina sin una conservación adecuada.
El problema es que, cuando esto se produce, la comida se estropea e, incluso, puede llegar a causar una intoxicación alimentaria con graves consecuencias para la salud. Por ello, para evitar este riesgo, es importante decidir bien qué alimentos vamos a elegir para pasar el día en la playa o en la piscina.
Qué alimentos son los más "peligrosos"
"Los más delicados son los alimentos crudos, como la carne, el pescado, los huevos y, muy especialmente, las ensaladas", seguido de "ensaladillas, tortillas -sobre todo si han sido elaboradas en casa-, embutidos, yogures o platos caseros ya cocinados", enumera José Juan Rodríguez Jerez, secretario de la Sociedad Española de Seguridad y Calidad Alimentarias (SESAL) a ElDesmarque.
Respecto a las ensaladas, este pone el foco en que "suelen prepararse con muchos ingredientes frescos, se manipulan bastante y no se cocinan, por lo que es muy fácil que se contaminen si no se lavan bien o si quien las prepara no tiene una buena higiene".
Alternativas para los productos que necesitan frío
Teniendo en cuenta que los productos mencionados necesitan frío para que no se estropeen, una de las opciones que propone el también catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona "es llevar una nevera portátil con hielo o acumuladores de frío para mantener los alimentos seguros.".
"Se considera que el tiempo máximo de seguridad fuera de refrigeración es de dos horas. Entre 2 y 4 horas ya existe riesgo de proliferación bacteriana, y si se supera ese tiempo, no se puede garantizar la seguridad del alimento", justifica el mismo.
En caso de que no haya posibilidad de transportar dichos alimentos a la playa, a la piscina o al pantano en una "nevera portátil con acumuladores de frío", lo mejor es optar por alimentos no perecederos como "fruta entera, frutos secos, pan, galletas saladas, latas individuales, productos envasados que no requieran refrigeración, etc.".

La falsa sensación de seguridad al no haber alteraciones
El problema de los microorganismos patógenos que causan intoxicaciones alimentarias, como Salmonella, Listeria o E. Coli, es que cuando se multiplican en un alimento no alteran su textura, color, olor o sabor. Esto significa que "aunque no notemos nada raro -aparentemente huela, sabe y se vea bien-, puede no ser seguro".
Ante esta falsa sensación de seguridad al no verse modificado el aspecto del alimento, "la mejor forma de protegernos es prevenir: mantener la cadena de frío, aplicar buenas prácticas de higiene al manipular los alimentos y respetar los tiempos de conservación; y con calor, esa prevención se vuelve todavía más importante", matiza el experto en seguridad alimentaria.
Respecto a los puestos y chiringuitos de la playa, también es importante comprobar que "no haya alimentos a temperatura ambiente y que todo esté en refrigeración", así como cerciorarse de que se cumple la higiene de manipulación (en la medida de lo posible).