Despejando viejos fantasmas
Atrás queda ya el famoso botellazo a Armando, atrás quedan las insinuaciones de Chaparro sobre el comportamiento de Caparrós en el partido del año pasado y atrás queda también la suspensión sin precedentes de un encuentro que debió reanudarse, pero que para siempre quedó en el olvido. Todo ello pasa a un discreto segundo plano cuando el Betis se enfrenta por segunda vez esta temporada (la primera fue ante el Recre) a una prueba importante.
La de demostrar que, sin los mejores fichajes, esta plantilla es capaz de dar la cara y que la profundidad de banquillo es tan real como la que presuponen algunos miembros de la planta noble verdiblanca. Muchos
son los que están esperando a ver las prestaciones que es capaz de dar este equipo sin la participación de hombres como Emaná y Mehmet Aurelio, sobre todo cuando el técnico ha dejado claro en repetidas ocasiones que no cuenta con lo que tiene en el banco.
Es la hora de que los ‘olvidados’ den el paso al frente y reclamen en el campo los minutos que han pedido en los medios de comunicación. Es tiempo para que se vea el carácter de unos jugadores que, teniendo en cuenta que el club asegura que no se va a fichar en invierno, se van a convertir en pieza importante en cuanto lleguen las eliminatorias de Copa.
Todo esto y mucho más ante un Athletic que no sabe aún lo que es ganar fuera y que como principal virtud cuenta con un técnico ultra motivado, pero también con una plantilla bastante justita. El Betis no ha sido capaz de ganar ni a uno sólo de los equipos que le preceden en la tabla, así que no se puede permitir el lujo de fallar ante los de abajo. El escenario será inmejorable. Un campo a rebosar en el último partido del año y conmemorando los 25 años del 12-1 de la selección ante Malta. Demasiados alicientes como para meter la pata.