Casi cuatro meses después se volvió a ganar fuera
El arranque de temporada del Real Oviedo trajo diversas lecturas. Una de las que más extrañaba en ese arranque era que el equipo no era capaz de vencer en el Tartiere, algo que sí hacía como visitante. Pero esa situación comenzó a invertirse y pronto la dinámica comenzó a ser la habitual. Los puntos fuera de casa dejaron de llegar y en el Tartiere se empezaron a sacar partidos. El arranque de 2019 deja una nueva victoria fuera de casa, que no llegaba desde el Anxo Carro allá por el mes de septiembre.
Concretamente fue el 16 de septiembre, en la jornada número cinco de campeonato. Los azules alcanzaban entonces la gran cifra de siete puntos de nueve posibles a domicilio. A partir de ahí, el balance se desplomó hasta ser de tan solo un punto de 18 posibles, antes de que llegara este partido de Los Pajaritos, donde se maquillaron unas cifras preocupantes. El Oviedo había caído como visitante ante el Alcorcón, Rayo Majadahonda, Nástic, Deportivo y Granada y conseguido un empate en Las Palmas. Una dinámica demoledora que apenas aportaba al irregular bagaje como local.
Contra el Numancia se rompió esa mala racha y se espera que sea un punto de partida de cara al futuro más próximo, comenzando por el siguiente partido en el Carlos Tartiere, ante el Tenerife, y continuando por los siguientes partidos a domicilio. De hecho, la segunda vuelta comenzará fuerte para los azules como visitantes, ya que tendrán que desplazarse a medirse al Extremadura y al Zaragoza, en dos salidas consecutivas.
De ahí la importancia, a parte de por otras muchas cosas, de la victoria de este lunes. Y eso que los azules tuvieron que emplearse a fondo, yéndose a los tres goles a favor, un resultado y una situación similar a la de la victoria de Córdoba. Lo positivo, que se rompió el maleficio como visitante, y tres meses y medio después se volvió a vencer lejos del Tartiere.