La diferencia entre Carcedo y Escribá es de apenas tres puntos
El Real Zaragoza alcanzó la jornada 30 de LaLiga SmartBank en Lugo. Un partido que sirvió para volver a ver las carencias del equipo y, de paso, para que Fran Escribá alcanzara los 15 partidos dirigiendo al equipo aragonés, los mismos que tuvo Juan Carlos Carcedo en el arranque de la competición.
Así, se pueden comparar los números realizados por uno y por otro de la forma más objetiva posible. De un primer vistazo, la sensación es que el equipo no da para mucho más, pues las cifras que arrojan ambos entrenadores son muy similares.
La diferencia de puntuación es de apenas tres unidades en favor de Escribá. Sin con el valenciano se han logrado 19 puntos, con Carcedo se hicieron 16. Ambos lograron las mismas victorias, 4 y varían los empates por las derrotas. Mientras el actual técnico ha cosechado 7 empates y 4 derrotas, el entrenador riojano lo hizo al revés, 4 empates y 7 derrotas. Unas cifras que dejan al Real Zaragoza de Escribá como 12º en su periodo, mientras el de Carcedo fue 16º.
La gran diferencia en el rendimiento del equipo con ambos entrenadores está en las cifras goleadoras. El actual entrenador ha logrado aumentar los números, anto de goles anotados como recibidos. El balance es actual es de 14 goles a favor y 16 en contra, para un registro de -2. Con Carcedo se habían anotado 9 y encajado 13, por lo que la diferencia era de -4.
Lo cierto es que, pese a que el número de partidos es igual, no lo son los rivales, por lo que, en definitiva, resulta complicado juzgar el trabajo de ambos entrenadores en la comparativa. Lo único cierto es que, marcando números similares, la sensación es de que el equipo está en el lugar que le corresponde y no puede aspirar a mucho más.
Dejemos en paz a los entrenadores que buscamos oro cuando con esta plantilla no llegamos ni a las baratijas. Recordemos que el Lugo reciente lleva ya cuatro entrenadores y pasa lo mismo que con el Zaragoza, una planificación mal hecha llevamos a los equipos donde se merecen estar. Ya no tenemos buenos ojeadores de jugadores que aporten frescura, y goles porque los poderosos se los llevan si o si.
Uno hubo que echarlo, y el otro estaba sin equipo, qué podemos esperar.