Jugar a ganar
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Una de esas máximas del fútbol que casi siempre se cumplen es que gana el que más lo necesita. Estamos hartos de ver cómo en las últimas jornadas de liga suelen imponerse aquellos que más tienen en juego siempre y cuando se enfrenten a equipos que no tienen nada que ganar clasificatoriamente hablando, quedando las cosas como estaban en la jornada anterior.
Aplicando esto al partido del Sevilla esta noche, los de Jiménez no pueden salir al césped del Luigi Ferraris mirando de reojo lo que ocurre en Alemania entre Stuttgart y Standard. En circunstancias normales van a ganar los alemanes porque se juegan mucho más que los belgas, y ese resultado dejaría al Sevilla fuera en caso de derrota. Hay otro motivo más para salir a ganar. Quedar primero de grupo garantiza un rival asequible y ventaja de campo en la eliminatoria de 1/16 de final. En este sentido, la historia juega en contra de la mayor calidad del Sevilla. En ninguno de sus tres anteriores enfrentamientos oficiales, le ha ganado a un equipo italiano. El Milán en la Supercopa de Europa 2007 (3-1), y el Parma, último equipo que lo eliminó en la UEFA en 2005 (0-0 y 1-0), fueron sus verdugos.
Para la empresa que por tanto tiene el Sevilla entre manos, Jiménez recupera para el once a Luis Fabiano, aunque pierde a Kanouté. El problema sería la falta de pólvora del banquillo al no haber más nueves. La defensa y la portaría parecen tener dueños asegurados con la vuelta de Fernando Navarro tras su sanción ante el Villarreal y tan sólo se maneja una duda en la medular. ¿Volverá Maresca con la motivación que implica jugar en su país o seguirá gozando Romaric de continuidad?
La Sampdoria de Mazzarri se aliará con las bajas temperaturas a las que están más acostumbrados los genoveses (aunque el Sevilla también debería estarlo), y con la genialidad de Cassano, auténtica estrella de un equipo que ya ha salido de las complicaciones clasificatorias que le ahogaban en el Calcio. No se espera un césped en buenas condiciones, pero tampoco una buena entrada, lo que debe tranquilizar a la parroquia nervionense de cara a la primera gran final europea de la temporada.