Perdonó lo imperdonable
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Sporting - Sevilla F.C. | |
1 | 0 |
Goles: 1-0, Diego Castro (m.17) |
La expulsión de Canella convirtió al Sevilla en el dueño del partido / El meta Lafuente fue el gran héroe del conjunto asturiano
El Sevilla inició el partido como en tantas y tantas ocasiones en esta temporada. Amedrentado y sin salir de verdad a por la victoria. Esto le costó encontrarse con un penalti en contra a los cinco minutos, solventado por enésima vez de forma inconmensurable por Palop, y con el gol de Diego Castro tras rematar a la perfección un centro medido de Carmelo. Sin embargo, la expulsión de Canella por una durísima entrada a Capel (si lo coge bien lo manda al quirófano), cambió radicalmente el color de la película. Para el almeriense el ambiente se hizo infernal desde ese momento, mientras el Sevilla se hizo dueño y señor de un partido en el que los asturianos sólo daban señales de vida en alguna contra esporádica. El problema es que el Sevilla se encontró con un invitado inesperado, Lafuente.
Kanouté y Acosta tras el descanso
De hecho, sabiéndose superior, Jiménez sacó las rotaciones de la nevera y movió ficha tras el descanso dando entrada a Kanouté, Lautaro Acosta y Renato, que con Navas y Capel en el terreno de juego, daban al Sevilla un marcado carácter ofensivo. Pero la noche no estaba para goles y a pesar de los intentos por arriba, por abajo, por la derecha o por la izquierda, el Sevilla pagó demasiado su tanteo inicial. Chevantón, Romaric, Navas, Kanouté y Acosta se encontraron con su falta de precisión en el remate, en algunos casos, y con la aparición estelar del joven Lafuente en otras. Bien es cierto que ante la presión del Sporting, el Sevilla abusó del juego directo con balones al área, y eso es un pobre argumento para un equipo con los nombres antes mencionados. Pero esa cuestión tampoco va a sorprender al sevillismo a estas alturas. En definitiva, segunda derrota consecutiva de los hispalenses en Liga, y lo que es peor, entra en una peligrosa dinámica ante el gol.