Almeyda y su amor por Maradona: "Se extraña para el fútbol, sin él esto es muy aburrido"

Este jueves, el mundo del fútbol rememoró a Diego Armando Maradona, en el día en el que hubiera cumplido 65 años de seguir vivo. El recuerdo al ‘10’, indiscutiblemente uno de los jugadores más relevantes de la historia del deporte rey, recorrió todo el mundo, haciendo su parada en el Sevilla FC, donde jugó en la temporada 1992/93 y, en concreto, en su entrenador, un Matías Almeyda que mantuvo con él una estrecha amistad.

Almeyda no esconde su admiración por Maradona, a pesar de que no llegó a coincidir con él en la selección argentina por ser justo de una generación menor a la de ‘El Diego’. Este viernes, en la rueda de prensa previa al partido que los sevillistas juegan este sábado ante el Atlético de Madrid, el entrenador fue cuestionado sobre qué podrían copiar sus pupilos de Maradona para mejorar. Pero su figura es única, inimitable, y prácticamente de culto para los argentinos. “¿Copiarle? Quién le va a copiar… Nada”, comenzó Almeyda.

“Para mí fue el mejor. Aparte porque lo conocí como persona. Conocía a todos los futbolistas, pasaba uno que jugaba en Tercera división y sabía el nombre. Se han agarrado de lo bueno o de lo muy malo de Diego. ¿Quién sabe todos los nombres? Nunca echó a un entrenador, lo amo. Es así. Hablo de Maradona y se me pone… era la luz de nuestro fútbol, la inspiración de todos los futbolistas argentinos y muchos del mundo. Se fue rápido, lamentablemente”, recordó Almeyda a pocas semanas de que se cumpla el quinto aniversario de su fallecimiento.

El fútbol en su pureza, según Almeyda

Y es que Almeyda siente verdadera admiración hacia Maradona, y cree que el fútbol no va a disponer de una figura que ni siquiera se le acerque. “Fue el mejor y no va a haber otro. Hay muchachos que rompen récords, corren a 38.000 kilómetros por hora, Maradona era único”.

Recordó además la anécdota en la que el recordado futbolista recogió una pelota de papel de plata que cayó desde la grada del Sánchez-Pizjuán, la levantó y la devolvió poniendo de manifiesto su inmensa calidad. “En vez de darme con la carpeta, como el señor del otro día, la gente tiraba las pelotas de papel de aluminio, y él te la devolvía de taco. Era lindo verlo, era fútbol en su pureza, hasta en su error. Era el fútbol sin llevarlo a una actuación, a veces estaba gordo, a veces flaco… Yo amo eso. Se extraña para el fútbol, porque si no esto es muy aburrido. Él le daba ese toquecito de lo que nadie quiere hablar”, explicó Almeyda.