Un Valencia CF adolescente

Hoy me apetecía escribir del proyecto del Valencia CF en conjunto. Bajo ese paraguas incluyo a la gestión (de aquí), al cuerpo técnico con Carlos Corberán y a la plantilla de jugadores.

Después de salir Ron Gourlay a la palestra y de que Carlos Corberán hablara con los jugadores aludidos y los capitanes, escuché cómo un psicólogo decía al ser preguntado por una definición de adolescente que era "la persona que escupía por la ventana porque sabía que estaba prohibido". No cito su nombre ni la emisora porque lo desconozco, que me perdonen. El señor explicaba que los adolescentes hoy en día culpan de todo a todos menos a ellos mismos: "Que si son los profesores, los padres, la sociedad etc..." Son jóvenes, no ven mucho más allá de su nariz. Son personas en formación a los que les cuesta profundizar en su interior para sacar los talentos que tienen y utilizarlos en su provecho y en el provecho del grupo, en este caso del equipo.

El cabreo de la afición con el Valencia CF adolescente

Esas actitudes adolescentes nos enervan a los que les rodeamos. Nos enfadamos porque pensamos que es un ataque directo contra nosotros, que es una falta de responsabilidad, de madurez hecha adrede, con mala intención. Y nos cabreamos y lo demostramos. Por ejemplo, la afición del Valencia CF pita y protesta en Mestalla o critica en redes sociales. Y lo hace, lo hacemos por la propia frustración que sentimos al ver como los adolescentes, en este caso un proyecto adolescente del Valencia CF adolescente, no llega dónde podría o no llega a la velocidad que nos gustaría y eso nos enciende.

Y ahí creo que está el error. Enfadarse es lícito, humano, pero querer que el tiempo corra más rápido de lo que puede es darse cabezazos contra una pared. Sinceramente creo que es una cuestión de tiempo. Todos hemos sido adolescentes y todos hemos superado esa época. Es una fase y ahora sabemos que cuando lo hacíamos mal no era adrede ni odiábamos a nuestros padres ni los profesores eran culpables de que no estudiáramos, ni el mundo estaba contra nosotros. Normalmente cuando nos criticaban era por nuestro bien.

Y uno, que es padre de un adolescente, y que además fue complicado en su adolescencia (cuentan), les digo que en casa aprendí de mis padres que, con paciencia y amor, el proceso es más dulce y procuro decírmelo cada día cuando educo a mi hijo. Dicho lo cual, les reconozco que hay días en que me cabreo como una mona, me pongo furibundo y le daría un tortazo. Por eso, entiendo las prisas y las críticas. Entiendo que el proyecto adolescente del Valencia CF necesita que le repitan una y otra vez en qué falla para darse cuenta de cuál es el camino. ¿Y, mientras tanto, cuál debe ser nuestro papel? Procurar armarse de pacientes y ser empáticos. Un "todo va a ir bien" hace mucho más que una bronca a destiempo. Y si no, que se lo digan a Carlos Corberán. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorresp@megamedia.es