Los efectos que no conocemos del uso de las mascarillas

A pesar de que España ya ha dejado atrás la desescalada a causa del contagio por el coronavirus COVID-19, el virus sigue estando en la calle. El uso de las mascarillas seguirá siendo un elemento habitual al salir de casa ya que su uso es obligatorio siempre que no se pueda mantener la distancia de seguridad. Sin embargo, su uso puede entrañar algunos riesgos que no conocemos. 

Según publica El Confidencial, un mal uso de la mascarilla puede llegar a ser peor que llevarla puesta. Olga Perski, investigadora en el University College de Londres y David Simons, aspirante a doctor en infecciones zoonóticas del Royal Veterinary College, han publicado un artículo en el que advierte de los riesgos asociados a esta defensa artificial.

Los investigadores destacan entre las consecuencias el 'efecto Peltzman'. El individuo tiene a relajarse en otros aspectos una vez que tiene aceptada e incorporada a la costumbre una medida de seguridad. Es decir, la seguridad que aporta la mascarilla puede provocar que disminuya la precaución con otras medidas, como el contacto directo o el lavarse menos las manos.

Otro de los problemas es la colocación de las mascarillas. Muchas personas, debido a que en ocasiones se resbala y se mueve de su sitio, tiene que estar recolocándola en todo momento. Eso, unido a que es un elemento al que no estamos acostumbrados a llegar, provoca que nos podamos tocar la cara con más frecuencia que antes. Sin olvidar el cuidado que debemos de tener al poner y quitar la mascarilla si no nos hemos lavado las manos antes.

Por último, el uso de mascarilla está incidiendo en el peligro medioambiental. Comienza a ser común ver mascarillas por el suelo de las calles y de los parques, y con el tiempo llegarán a ríos y océanos on el consiguiente peligro para los ecosistemas.