José Manuel Quintero, una fuente de inspiración a través del deporte

A José Manuel Quintero el 10 de julio de 2012, cuando tenía 13 años, la vida le jugó una mala pasada, una operación en la espalda aparentemente sencilla salió mal y lo dejó en silla de ruedas para toda su vida.

Quintero, que había empezado a practicar deporte a los 5 años cuando su madre lo apuntó a cursillos de natación, era un chico muy nervioso y activo desde pequeño, por lo que el deporte le venía de maravilla. Su madre quería que aprendiese a nadar al ser de una localidad de playa, su Chiclana natal. La natación le ha acompañado desde siempre. Incluso con 12 años empezó a practicar waterpolo, aunque por muy poco tiempo.

El deportista chiclanero, que está a punto de cumplir 24 años, recuerda como si fuera ayer los motivos y los detalles de la operación: “de casualidad me habían visto una mancha o un pequeño bulto en la espalda, al realizar una resonancia magnética por una lesión deportiva que tuve. Esa mancha era un ependimoma, un tumor benigno. Era totalmente asintomático, no me estaba afectando, pero al verlo la doctora nos dijo que lo mejor era operarme. Que sería fácil, que no nos preocupáramos”.

Pero la operación no salió como se esperaba y la siguiente noticia que tuvo fue cuando un doctor vino a verlo a la UCIP y le dijo que moviera las piernas. No podía moverlas ni las sentía. Y lo que le dijo el doctor es algo que tiene grabado José Manuel en la retina: “Si en 72 horas no has vuelto a mover las piernas estarás en silla de ruedas para toda tu vida”.

Durísimas palabras para un niño de 13 años y que destrozaron también a sus padres. Quintero, tan aturdido debido a la fuerte medicación, ni se lo creía, él pensaba que solamente era una mala pesadilla. Pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que su vida había cambiado radicalmente. Como él dice: “Entré saltando al hospital y salí en una silla de ruedas”. Muy complicado de asumir.

José Manuel ahora te dice, cuando hablas con él, que no cambiaría su vida por la de nadie, que es muy feliz, que tiene sueños y objetivos muy importantes por cumplir. Y que en general disfruta de su vida. Pero en aquellos momentos lo pasó realmente mal. Más aun teniendo en cuenta su edad, en plena adolescencia.

Cuando le preguntas lo que le diría a alguien que se viera en su misma situación, él lo tiene claro: “Básicamente que la vida es un regalo y nuestra obligación disfrutarla. Por nosotros mismos, por los que nos rodean que quieren vernos bien y por aquellos a los que les gustaría estar compartiéndola, pero se fueron antes de tiempo. Les diría que simplemente es un nuevo comienzo. Que es normal al principio estar mal, pero que hay que seguir adelante. Yo en mi caso cambié mis zapatillas por una silla de ruedas, pero sigo siendo el mismo. O yo diría que mejor, porque aprendí mucho de aquella situación. Aprendí a valorar mucho más lo que tengo y a darme cuenta de que tenemos que disfrutar cada día. Y que se apoye en el deporte y que piense que cualquier deporte que se imagine lo podrá hacer, con adaptaciones, pero lo hará”.

A Quintero le gusta mantenerse activo en redes sociales y mostrar lo que hace para así dar visibilidad al deporte adaptado e intentar inspirar a otros.

El deporte, un pilar fundamental en su vida

Tras la operación realizada en Cádiz, su primera toma de contacto con el deporte fue en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, a donde se trasladó para pasar un largo año. Allí la práctica deportiva es parte del proceso rehabilitador. Cuando se enteró se apuntó a todo lo que había: baloncesto, tenis, montar a caballo, tenis de mesa, buceo, tiro... Y natación… Aunque la natación fue otra lucha. Porque después de la primera toma de contacto y viendo que sus piernas se hundían, que no podía nadar como antes pensó que nunca iba a disfrutar del agua. No quería nadar. Afortunadamente, ahí estuvieron sus padres, su gran apoyo en los momentos difíciles, para hacerle entrar en razón y ayudarle a superar aquella experiencia tan traumática. Quién le iba a decir que acabaría nadando ¡hasta 4.500 metros en aguas abiertas! Además de haber competido con la selección española de natación, triatlón y atletismo. ¡Y lo que queda por venir!

Cuando le preguntas qué fue lo que sintió tras finalizar la primera actividad o evento deportivo en el que participó, recuerda muy claramente que “al principio no quería, pero cuando empecé a avanzar se dibujó una sonrisa en mi cara”. Fue una carrera popular que hizo en una handbike que le prestaron.

Una de las cosas que más llaman la atención cuando conoces a Quintero y coincides muchas veces con él es su ‘eterna sonrisa’: “Es algo que hago sin darme cuenta. No lo supe hasta que una vez, tras una entrevista, me preguntaron que cómo era que no dejaba de sonreír ni cuando contaba el momento tan duro que viví con 13 años. Siempre he sido muy positivo y la sonrisa es algo que me caracteriza. Pero pensándolo, es curioso que sonría hasta cuando cuento lo que me pasó. Supongo que, en parte, es porque cada vez que lo cuento, lejos de hundirme, automáticamente me emociona, enorgullece o alegra cómo aquel ‘mini Quintero’ de 13 años pudo superar aquella difícil situación y salir a delante”.

Quintero ha conseguido muchos logros a nivel nacional e internacional, pero se queda con su primera medalla de oro en un campeonato de España. En ese momento tenía 16 años y esa medalla fue el comienzo de su carrera deportiva a nivel de alto rendimiento: “Lo que la hace especial para mí es que esa medalla era la prueba de que había superado aquella difícil situación”.

Ayudas para deportistas andaluces

Las ayudas para los deportistas de alto rendimiento son importantes y necesarias. José Manuel Quintero está becado por la Fundación Andalucía Olímpica (FAO) por tercer año consecutivo. Y el deportista chiclanero lo agradece: “Son más que importantes, son fundamentales. Especialmente cuando hablamos de deporte adaptado o paralímpico, donde los costes son más altos y además es más difícil encontrar financiación”.

El deporte de competición es caro, eso nadie lo duda. Pero el material adaptado es siempre dos o tres veces más caro. Por ejemplo, una bicicleta de competición puede llegar a costar 10.000 €, pero una bici adaptada como la que él usa, que se llama handbike, cuesta casi 20.000 €. Y el problema es que, para iniciarse, comprando de segunda mano, es difícil encontrar una por menos de 3.500 €. Cuando una bicicleta convencional de segunda mano y de buena calidad puede estar en menos de 1.000 €. Si por ejemplo hablamos de atletismo las mejores zapatillas para su práctica pueden costar de 150 a 300 €, pero una silla de atletismo cuesta 7.500 €. Y así todo…

José Manuel lo explica claramente: “Competir requiere viajar a nivel nacional e internacional y normalmente, incluso estando en la selección española, en los deportes adaptados, la federación no paga todos los campeonatos. Solo algunos de ellos, los más importantes. Pero para llegar ahí, tienes que haber competido previamente y eso sale del bolsillo del deportista o de sus patrocinadores si los consigue. Es por ello que estoy tan agradecido a mis patrocinadores y a las instituciones que hacen posible que pueda estar viviendo este sueño”.

La FAO, constituida por la Junta de Andalucía y el Comité Olímpico Español, tiene por objeto el desarrollo e impulso del Movimiento Olímpico en Andalucía, bajo los principios de la Carta Olímpica, uniendo la cultura, la educación y el deporte en aras del desarrollo integral de una sociedad sin discriminaciones de ninguna clase y mediante la divulgación del espíritu y los valores del Olimpismo.

Para Quintero, es de elogiar la labor que hace la Fundación Andalucía Olímpica “por el deporte olímpico y paralímpico en nuestra tierra. Además, las ayudas son igualitarias en modalidades olímpicas y paralímpicas, no hay distinción”.

Mentor 10, un programa con el que disfruta

El programa 'Mentor10' es un proyecto de la Junta de Andalucía que ya va por la cuarta edición y que lleva de manera progresiva y en diferentes niveles la formación en valores y la promoción de los hábitos saludables a la población en edad escolar y, al mismo tiempo, constituye un impulso notable para la formación de los talentos deportivos andaluces, gracias a 23 mentores que les guían en la fase inicial de sus trayectorias deportivas.

El deportista chiclanero forma parte de este programa, que le aporta mucho: “Para mí es un orgullo ser parte de Mentor 10 y compartir equipo con grandísimos deportistas andaluces. Este es el tercer año que pertenezco a este equipo de mentores y desde entonces he vivido experiencias muy bonitas, tanto en centros educativos, como en clubes deportivos y mentorizando a jóvenes deportistas que están comenzando su andadura en el alto rendimiento”.

Para José Manuel uno de los momentos más importantes y emotivos que le ha dado esta iniciativa es, por ejemplo, conocer a Óscar, un chico de tan sólo 10 años, que quiere ser paratriatleta. Él usa una prótesis en su pierna derecha y gracias a Mentor 10 pudo conocerlo y a día de hoy siguen en contacto. O también el reciente evento celebrado en Guadalcanal, en el que dio una charla para casi 300 alumnos de los dos centros escolares de la localidad serrana sevillana.

“Si con mi experiencia de vida, con todo lo que he vivido y he aprendido, puedo ayudar a otras personas a afrontarlo de otra manera, seguiré haciéndolo porque me hace súper feliz. Creo que puedo aportar mucho sobre actitud, valores y sobre deporte adaptado al programa Mentor 10”, destaca José Manuel de este programa, donde son cuatro los deportistas con discapacidad.

José Manuel valora positivamente que cada vez haya más visibilidad sobre el deporte adaptado: “Prueba de ello es que alguien me esté leyendo ahora mismo. Pero queda mucho por hacer. Sería un sueño que algún día la visibilidad que se le da por ejemplo a unos Juegos Paralímpicos fuera la misma que se le da a los Olímpicos. Yo hasta que no me quedé en silla no sabía que existía el deporte adaptado. Y fíjate hasta dónde he llegado que incluso puedo decir que estoy en la selección española y luchando por estar en unos Juegos”.

Su gran objetivo de la próxima temporada es volver a clasificarse para el Campeonato del Mundo de atletismo adaptado, que se celebrará en julio en París: “En el último mundial de Dubái en 2019 conseguimos ser cuartos del mundo en la prueba de relevos universal 4x100m. Sería genial volver a revalidar esa posición o incluso mejorarla. Y así poder optar a estar en París 2024”.

Quintero practica tres deportes como la natación, el triatlón y el atletismo, pero él se queda con el triatlón: “Me parece un deporte super completo, que une tres disciplinas que me encantan y que permiten disfrutar del aire libre y la naturaleza. Gran atractivo siendo de Cádiz. Aunque actualmente estoy centrado en pruebas de velocidad en atletismo algún día volveré al triatlón. Pero antes quiero aprovechar la edad que tengo para seguir trabajando la explosividad y ver hasta dónde puedo llegar en el atletismo”.

Entre sus logros deportivos destacan ser campeón del Mundo y de Europa de Duatlón; campeón de España en natación, triatlón y atletismo; récord de España en atletismo (200 m. y 4x100 m.); y 4º del Mundo y de Europa de atletismo en la prueba de 4x100 m. Y ha recibido reconocimientos, como la Bandera de Andalucía de la provincia de Cádiz, en 2019; Premio al Esfuerzo deportivo en 2018, por la Federación de Periodistas Deportivos de Andalucía; o el galardón Cádiz Joven en la categoría de deporte en 2017, por el Instituto Andaluz de la Juventud.

José Manuel vive y entrena en Chiclana. Entrena de lunes a domingo y la mayor parte de los días dobla sesión (por la mañana y por la tarde). Además, no deja la formación académica de lado, estudia inglés - este curso se examinará del C1 - y también es entrenador en un club de triatlón, tras sacarse recientemente el curso de entrenador de nivel 1. Además de ir al fisio, organizar la temporada, buscar patrocinadores y un largo etc. Pero todo vinculado al deporte.

Porque el deporte es el motor de su vida. Lo que le hace feliz. No concibe una vida sin deporte. Además, jugó un papel muy importante para superar el quedarse en silla con 13 años. Le gustaría dedicarse al deporte de competición muchos años y cuando termine su carrera como deportista de élite seguir vinculado a él. Es por ello que se sigue formando como entrenador y además le gustaría empezar en otras áreas, como son la nutrición o la psicología deportiva.

¿Alguien duda de que no lo conseguirá?