El nuevo DS es, para muchos, el más bonito de la marca
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230 CV, más de 560 km de autonomía y un diseño que no deja indiferente
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Es, sin duda, de lo mejor que ha creado DS en toda su historia
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Nuevo problema, y serio, para Opel, Citroën, Peugeot y DS
El DS 8 ya está aquí. Y para muchos, no hay dudas: es el modelo más bonito que ha lanzado la firma francesa en toda su historia. No es solo un SUV. Es una declaración de intenciones. Combina diseño, tecnología y prestaciones para plantarle cara a rivales como el Tesla Model Y o el Lexus RZ. Y lo hace con un argumento rotundo: ser, para muchos, el DS más bonito jamás creado. Un coupé premium, elegante, deportivo y con un aire exclusivo que lo coloca a la altura de los grandes nombres del segmento.
Su diseño respira lujo por los cuatro costados. Líneas depuradas, detalles cromados y una silueta fluida que combina sofisticación con dinamismo. No es un coche cualquiera: es un escaparate de lo que DS Automobiles entiende por vanguardia.
Deportividad y espacio para toda la familia
En cifras, también impresiona. Mide 4,82 metros de largo, con una batalla de 2,90 metros que asegura espacio y comodidad. El maletero arranca en 620 litros y puede llegar hasta los 1.873, lo que demuestra que la belleza también puede ser práctica.
La mecánica refuerza esa imagen premium. Por algo arranca en 52.503 euros financiados, o 53.896 al contado. Su motor eléctrico desarrolla 230 CV y 343 Nm de par máximo. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y alcanza 190 km/h. Todo ello acompañado de una autonomía oficial de 562 km WLTP, gracias a una batería de 47 kWh optimizada.
Es uno de los modelos más ambiciosos, sino el que más, de DS Automobiles
El equipamiento es otro de sus puntos fuertes. Incluso el acabado más básico, Pallas, ya incluye elementos como una pantalla HD de 16 pulgadas, navegación conectada 3D, Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, asientos calefactados, bomba de calor y faros ECO LED. Tecnología de primera desde el minuto uno.
La marca ofrece además los niveles Étoile y Jules Verne, que añaden todavía más lujo y sistemas avanzados de seguridad. Hablamos de cámaras de visión 180º, sensores de aparcamiento completos, control de crucero adaptativo con función Stop&Go, y un arsenal de asistentes que hacen que conducirlo sea casi un ejercicio de relajación.