Más barato y, para muchos, más bonito que el BMW X1
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Este SUV se ha convertido en una alternativa real para quienes buscan un todocamino atractivo, completo y eficiente sin pagar precios de lujo
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La alternativa diésel al Mercedes GLC es buena, bonita y más barata
En un mercado donde los eléctricos acaparan titulares y los diésel parecen vivir sus últimos días, hay marcas que aún se atreven a desafiar la tendencia. Una de ellas es Alfa Romeo, que mantiene vivo el espíritu de este combustible con propuestas que sorprenden por diseño, precio y eficiencia. Su apuesta más contundente es el Tonale, un SUV que muchos consideran más bonito que el BMW X1. Y bastante más barato.
Sus proporciones encajan a la perfección en el segmento. Mide 4.528 mm de largo. 1.601 mm de alto. 1.841 mm de ancho. Y una batalla de 2.636 mm. En la práctica, esto se traduce en un coche equilibrado, cómodo y con un maletero que convence: 500 litros mínimos y hasta 1.550 litros con los asientos abatidos. Espacio de sobra para competir con gigantes como el Kia Sportage, el Nissan Qashqai o el Renault Austral.
No es el más vendido, pero no tienen nada que envidiar del BMW X1 y compañía
Pero lo que realmente llama la atención es su precio. La versión diésel puede comprarse por 40.150 euros financiados o por 36.986 euros al contado. Una cifra difícil de ignorar si la comparamos con lo que cuesta un SUV premium medio.
Y más aún teniendo en cuenta el motor: un 1.6 diésel turbo de cuatro cilindros con 130 CV y 320 Nm de par. No es un cohete, pero sí suficiente. Hace el 0 a 100 km/h en 10,9 segundos, alcanza 194 km/h y homologa 5,3 l/100 km.
Un equipamiento a la altura de los mejores
La gama Tonale se organiza en tres acabados: Sprint, Veloce e Intensa. El primero, el de la oferta, llega cargado de equipamiento. Mucho más del que suele encontrarse en un modelo de acceso. Desde llantas de 18 pulgadas, faros LED y múltiples airbags, hasta un completo arsenal tecnológico que incluye pantalla de 10,25’’, cuadro digital de 12,3’’, Android Auto, Apple CarPlay y navegador integrado.
Tampoco faltan comodidades como el climatizador bizona, los asientos eléctricos, el arranque sin llave, los sensores de aparcamiento y la cámara trasera. Lo propio de un SUV mucho más caro. Incluso incorpora un extenso paquete de seguridad con frenada autónoma, control de crucero adaptativo, asistente de carril, alerta de fatiga y reconocimiento de señales.