La farmacéutica Helena Rodero recuerda protegerse el cuero cabelludo si te haces trenzas este verano

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La profesional pone el foco sobre las personas con trencitas, poco pelo o con alopecia
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El sombrero es "el mejor protector"
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Un dermatólogo alerta de la falsa sensación de seguridad que dan las cremas solares
Son muchas las personas que son conscientes de los riesgos de la exposición solar, tanto a corto como a largo plazo. Por eso, el fotoprotector es un complemento más en sus días de playa y piscina, pero hay partes del cuerpo que aún se olvidan de proteger, como es el cuero cabelludo.
Ante esta realidad, la farmacéutica y especialista en cabello, Helena Rodero, recuerda a sus más de un millón de seguidores la importancia de proteger a esta zona del cuerpo, que es sobre la que más inciden los rayos del sol.
Aunque toda la población debe hacerlo, esta ha puesto el foco sobre aquellas personas que se hacen las típicas trenzas del verano, tienen alopecia o poca densidad de pelo.
Lo mejor, un buen sombrero
"El cuero cabelludo se nos olvida protegerlo del sol y nos acordamos cuando nos lo quemamos", comienza diciendo la profesional, al mismo tiempo que confiesa que a ella misma también le pasó hace 30 años.
"Si te haces trencitas, tienes alopecia o no tienes pelo, el mejor protector es un buen sombrero, pero como a veces no es posible ponérselo, existen brumas que se pueden utilizar en el cuero cabelludo", detalla la profesional. Asimismo añade que "si eres calvo, utiliza la misma crema que para el rostro porque ahí te da mucho más el sol".
La insistencia de Helena de proteger el cuero cabelludo del sol va más allá de evitar las quemaduras solares. "Si te quemas, esto se va acumulando todo el año el daño y luego cáncer de piel", dice la farmacéutica de forma tajante; y es que, una quemadura solar en la infancia duplica el riesgo de cáncer de piel en la edad adulta.
Otras zonas olvidadas al aplicarse crema solar
El cuero cabelludo no es la única zona que olvidamos al aplicarnos crema solar. Las orejas, el cuello, los empeines de los pies y los dorsos de las manos son otras de las zonas en las que no solemos aplica crema solar, pero sobre las que también inciden los rayos del sol.
El problema de esto es que la radiación solar no entiende de partes del cuerpo, lo que significa que tanto las quemaduras como el cáncer de piel, y concretamente los melanomas, pueden aparecer en cualquier lugar; y la cara, las orejas, el cuero cabelludo, el cuello o las manos son las zonas que más radiación acumulan a lo largo del año.