El enfermero Jorge Ángel alerta de los riesgos del nuevo reto viral de defecar en las piscinas

Son muchos los retos virales que circulan por las redes. Algunos ponen en riesgo la salud del que lo hace, pero hay otros que incluso pueden provocar problemas a la gente del entorno. Esto es lo ocurre con la última "prueba de valor" que se ha puesto de moda entre los más jóvenes: defecar en las piscinas.

Y es que en las últimas semanas, varias piscinas públicas se han visto obligadas a cerrar el baño por la presencia de heces en sus aguas. Se trata de un comportamiento incívico y escatológico que afecta negativamente a la salubridad de estas aguas, y por ende, a la salud de todos los bañistas.

Uno de los que ha manifestado los riesgo de esta tendencia ha sido el enfermero Jorge Ángel. "Hacerlo es malo para la salud ya que se pueden transmitir muchas enfermedades por las heces, como Salmonella, hepatitis A, rotavirus, norovirus", evidencia el profesional.

Cómo se producen estas enfermedades

El problema comienza cuando los microorganismos de las heces entran en la boca de otra persona bien al tragar agua de la piscina de forma involuntaria o simplemente por estar en contacto con ella, a pesar de luego escupirla. Por este motivo, los más pequeños son los que más riesgo sufren de contagiarse.

A raíz de esta premisa, el enfermero incide en el peligro que conllevan sobre todo las heces líquidas porque "se mezcla con el agua en un momento y vas nadando y te lo tragas".

Síntomas de una enfermedad por aguas con heces

Al ingerir o entrar en contacto con las diversas bacterias, virus y parásitos del agua contaminada por las heces, estos entran en el tracto digestivo y pueden provocar deposiciones aguadas continuadas, es decir, diarrea. Al perder grandes cantidades de agua, sobre todo en verano, el riesgo de deshidratación aumenta.

Además, estas deposiciones pueden ir acompañadas de "dolores de estómago, fiebre, calambres, náuseas y vómitos", apuntan desde Control de Epidemias de la Cruz Roja, así como "dolor de cabeza o fiebre", añade Stanford Medicine Children’s Health.

Cómo se desinfecta una piscina contaminada por heces

Ante la presencia de heces en el agua, no basta con sacarla de la piscina, sino que requiere de un proceso de desinfección del agua, indican desde Centros para el Control de las Enfermedades y Prevención de los Estados Unidos.

El primer paso es sacar a los bañistas del agua y cerrar la piscina para retirar las heces lo antes posible (la persona encargada debe hacerlo siempre con guantes).

Después de esto, hay que aumentar la concentración de cloro, comprobar que el sistema de filtración funciona correctamente el pH en 7,5 o menos. "Si bien el cloro mata rápidamente la mayoría de los gérmenes que se propagan a través de las heces, hay algunos gérmenes que pueden tardar muchos minutos o incluso días en eliminarse", como por ejemplo el virus de la Hepatitis A tarda unos 16 minutos, el parásito Giardia alrededor de 45 y criptoparásito más de 10 días.