La DANA creó un escenario excepcional con enfermedades infecciosas poco habituales, según los médicos internistas
-
La DANA permitió a los médicos conocer los focos de infección en una catástrofe natural con el agua como protagonista
-
Cómo hacer frente a catástrofes como la DANA, según la Sociedad Española de Epidemiología
A punto de cumplir un año del día en el que se produjo la DANA, los médicos internistas aseguran que este escenario, en el que aparecieron enfermedades infecciosas poco habituales, dejó valiosas lecciones a la hora de actuar ante una catástrofe natural.
A pesar de la fatalidad del suceso, la DANA de Valencia "ha sido una oportunidad" de aprendizaje para los especialistas, pues conocieron sobre el terreno los principales focos y riesgos de infección cuando el agua es la protagonista de una catástrofe de tales dimensiones.
Además, esta ha permitido "proponer medidas oportunas ante nuevos episodios que, con el cambio climático, pueden producirse de un modo más frecuente de lo habitual", contextualiza la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Heridas infectadas, problemas gastrointestinales y zoonosis
"La DANA generó un escenario epidemiológico excepcional", contextualiza el Dr. Víctor García Bustos del Grupo de Infección Grave del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y adjunto de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital de La Fe de Valencia.
Al principio, "las infecciones más habituales fueron las de piel y partes blandas, originadas en heridas y cortes expuestos al agua contaminada y a los residuos arrastrados por las inundaciones. Muchas de ellas se trataban de infecciones poco comunes en la práctica habitual" e incluso hubo casos de bacterias resistentes a los antibióticos.
Durante los tres meses siguiente a la DANA, "se atendió a 108 pacientes con heridas sospechosas de infección" lo que "permitió definir protocolos precoces y multidisciplinares para optimizar el manejo, tanto en antibióticos, como en intervenciones quirúrgicas", añade el internista.
A pesar de que a medio plazo las heridas infectadas seguían siendo una motivo de preocupación, "el foco se desplazó hacia las infecciones gastrointestinales, con un aumento de gastroenteritis bacterianas en las zonas más afectadas".
Además de esto, aunque en menor grado de lo esperado, "se registraron algunos casos de enfermedades zoonóticas".
El agua y los residuos sólidos, los focos de infección
"El agua de la inundación y los residuos sólidos fueron los principales vehículos de transmisión", apunta la nota de prensa de la SEMI. No obstante, el hecho de "tocar el agua" no era lo peligroso, sino "tener heridas abiertas contaminadas por ese entorno o la transmisión fecal-oral por ausencia de higiene".
Teniendo en cuenta la cantidad de infecciones de heridas que se registraron, el Hospital La Fe estableció un patrón característico:
- Bacterias propias del agua dulce y de origen entérico -más del 70% de los aislamientos-
- Infecciones polimicrobianas y necesidad de un abordaje quirúrgico y antibiótico complejo
- Una tasa de ingreso hospitalario del 13,9%, de los que el 86,7% necesitó cirugía
- Mortalidad mínima (un único caso)
- Evolución favorable de la mayoría de los pacientes
Todo este conjunto de aprendizajes que dejó la DANA de Valencia hace un año, será presentado en Córdoba, entre el 26 y el 28 de noviembre, con motivo del 46ª Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y 39º Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (SADEMI).