La maldición inesperada del Athletic: tres varapalos, dos situaciones insólitas y un mal de ojo

-
El equipo de Ernesto Valverde parece estar maldito en el eje de la zaga
-
Ernesto Valverde ya cuenta con la solución en el Athletic al lío con Aymeric Laporte
Alguien ha echado un mal de ojo al Athletic Club. Concretamente, en el eje de la zaga. El equipo de Ernesto Valverde está sufriendo una plaga de males en defensa que empieza a sobrepasar lo natural, con casos prácticamente inéditos en el fútbol español y situaciones que, unidas entre sí, invitan a pensar en algún tipo de maldición que va más allá de lo futbolístico.
Todo empezó el 10 de julio, justo el día antes de empezar la pretemporada. Fue entonces cuando Yeray Álvarez anunció que había dado positivo por dopaje por "un error en su tratamiento contra la alopecia". A la espera de que avance el procedimiento disciplinario, el central lleva desde entonces sin poder jugar ni entrenarse con el resto de los compañeros y ni siquiera pueda acudir a las instalaciones de Lezama.
Su baja en defensa, bastante significativa, puso los focos en Unai Egiluz, llamado a cobrar más protagonismo en el eje de la zaga ante la ausencia de Yeray tras su positiva cesión en el Mirandés. Pero el central ni siquiera tuvo tiempo a afianzarse en el equipo de Valverde e hizo saltar todas las alarmas el 30 de julio, cuando sufrió una grave lesión de rodilla. Se rompió el ligamento cruzado anterior, pasó por quirófano y dijo prácticamente adiós a la temporada antes incluso de que empezara.
El caso Laporte, última maldición del Athletic
Las bajas de Yeray y Egiluz hicieron saltar las alarmas en el Athletic: necesitan fichar un central. Fue entonces cuando la llegada de Aymeric Laporte pasó de ser un deseo a convertirse en una necesidad. Las negociaciones con el Al Nassr fueron un constante tira y afloja y hubo que esperar al último día de mercado para que los dos clubes llegaran a un acuerdo.
Fue entonces cuando llegó el tercer mal: los papeles del Al Nassr habían llegado fuera de plazo. El Athletic lo hizo todo a tiempo e incluso efectuó el pago de su traspaso, pero su fichaje estaba fuera de hora. Ahora, la FIFA debe dictaminar qué sucede con Laporte, que de momento está en un extraño limbo, pues el club saudí tampoco le ha inscrito en sus competiciones nacionales. La situación debe resolverse en los próximos 15 días.
El caso de Laporte, en definitiva, termina de confirmar que el Athletic sufre alguna extraña maldición en defensa, donde sólo quedan Paredes y Vivian como centrales disponibles. ¿Qué probabilidad había de que, en menos de un mes, se diera un caso de dopaje, una rotura de cruzado y un fichaje fuera de hora en una misma demarcación?
