Del perreo de Marc Márquez con Gemma Pinto a las caras de Pecco Bagnaia, dos vidas muy diferentes en Ducati

La vida en Ducati es puro contraste, y el pasado Gran Premio de Austria fue una prueba más de ello. Por un lado está Marc Márquez. El piloto español vive uno de sus momentos más dulces del último lustro. Desde que fichó por el equipo rojo las cosas no le pueden ir mejor: líder del Mundial, nueve dobletes en la temporada, una distancia importante respecto al segundo clasificado y con las ideas bien claras para levantar un nuevo título. Por contra se encuentra un Pecco Bagnaia que ha perdido la paciencia. No le llegan los resultados, en cada carrera surgen nuevos problemas y parece estar muy lejos del nivel que atesora. El italiano es bicampeón de MotoGP, y hasta Márquez se preocupa por su rendimiento en la pista. Sin embargo, el 'inside' de Ducati confirma que en el box se ve la cara y la cruz de MotoGP.

El enfado de Bagnaia tras la carrera en Spielberg se notó desde que se bajó de la moto, y sus declaraciones son contundentes. "No podía acelerar, me adelantaban todos al salir de las curvas. Espero que me lo explique Ducati; porque se me está acabando la paciencia. Estoy esperando", resumía el italiano tras poner punto y final a unos días complicados en Austria. Por su parte, un Márquez pletórico disfrutaba con su pareja y todo su entorno de una nueva victoria. Y es que el catalán está con la flechita para arriba: encadena seis dobletes seguidos, suma nueve en total y el título está cada vez más cerca.

Marc Márquez, en su salsa con Gemma Pinta

Con Gemma Pinto, Marc Márquez saca su lado más gamberro. Una de las parejas más icónicas del Mundial de MotoGP dejó nuevas imágenes de que su relación va viento en popa. Una de las noches, Ducati organizó la común cena de equipo. Ahí se juntan todos para disfrutar de una velada agradable y divertida. En Spielberg, además, apareció una especie de karaoke que ninguno quiso desaprovechar.

En el mencionado 'inside' del equipo italiano, aparecen Márquez y Pinto dándolo absolutamente todo. Primero, con la canción 'Despacito' de Luis Fonsi, donde terminando incluso perreando; luego, con otros temas que volvieron a Marc completamente loco. Un contexto que confirmó las diferencias que existen actualmente entre los dos pilotos de Ducati. La cara y la cruz.

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Y la otra cara: Pecco Bagnaia

Porque si Márquez era el alma de la fiesta, Bagnaia se contuvo mucho. El italiano disfrutó, o al menos eso se nota en las imágenes, pero no al mismo nivel que su compañero. Los resultados deportivos lastran en este tipo de días, y eso le pasó a Pecco. Pese a no dudar en coger el micrófono para cantar, la cruda realidad era otra bien diferente.

Su paciencia con Ducati llegó al límite tras una carrera en la que solo pudo terminar octavo. Lanzó un ultimátum y ahora tocará ver si el equipo reacciona en una pista nueva, como la de Balaton Park en Hungría.